Bolivia implora la paz

  • Ante los enfrentamientos que han causado luto

Tras una semana de convulsión, varios sectores de la población boliviana demandan la pacificación del país, basada en el diálogo sincero y sin discriminación.

Frente a los violentos enfrentamientos que causaron dolor y luto en las familias bolivianas en los últimos días con el saldo de alrededor de una decena de muertos, diferentes sectores iniciaron ayer una campaña con marchas y oraciones para implorar la pacificación de Bolivia.

En la ciudad de La Paz, en el atrio de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), un grupo de ciudadanos oraron por la paz en Bolivia y lamentaron las pérdidas de vida ocasionados por enfrentamientos en las movilizaciones.
En El Alto, marcharon con banderas y pañuelos blancos con la misma petición.

La Defensoría del Pueblo informó que tras intensas negociaciones los dirigentes y concejales del municipio de Yapacaní y autoridades militares, acordaron la noche del viernes levantar el bloqueo de caminos y el repliegue simultáneo de las Fuerzas Armadas, con el objetivo de pacificar la zona y volver a la normalidad.

En Potosí, en una reunión de la Delegación Defensorial, la Policía Boliviana, Fuerzas Armadas (FFAA) y Comité Cívico Potosinista (Comcipo), se logró que la marcha convocada se realice de forma pacífica por el centro de la ciudad potosina.

En Oruro, con la participación de autoridades departamentales, como el Fiscal Departamental, Comando Departamental de Policía, el Obispo de la Diócesis de Oruro, Comité Cívico y autoridades originarias de la Marka Qaqachaca, se logró que el pueblo originario se comprometa a apoyar la pacificación del país.
Por otro lado, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), ante los graves enfrentamientos del viernes en Sacaba, Cochabamba, en los que perdieron la vida nueve pobladores del Chapare, llamó a deponer acciones de violencia.
La Iglesia señala que “los bolivianos debemos ser capaces de consensuar unas nuevas elecciones libres para que el pueblo decida su futuro”.

“Una vez más, condenamos estos hechos y hacemos un urgente llamado a deponer actitudes de violencia. La vida es un gran don de Dios y no podemos disponer de ella. Nadie es dueño de la vida”, señala el comunicado de la CEB.
Además, exhortó a los movimientos sociales a manifestar sus demandas sin violencia y sin amenazas a la vida de los demás y “a los que tienen autoridad sobre los grupos movilizados les llamamos a la responsabilidad con el país y a promover actitudes pacíficas”.

  • Enviado de NNUU inicia encuentros para pacificar Bolivia

El enviado de las Naciones Unidas para Bolivia, Jean Arnault, se reunió ayer con la presidenta transitoria, Jeanine Áñez, en el marco del trabajo del organismo que busca la «pacificación» del país y la convocatoria a nuevas elecciones.
Arnault se reunió con Añez en el marco de una visita de protocolo en el Palacio de Gobierno de La Paz para iniciar desde este domingo otros encuentros con actores sociales y políticos del país.

El funcionario del organismo global apuntó que las prioridades son la búsqueda acelerada de «una solución pacífica a esta crisis» y la urgencia de «apresurar y acelerar» una salida política.

«Me doy cuenta de que hay varios esfuerzos que nos alientan mucho precisamente en la dirección de buscar una salida política. Esperamos que Naciones Unidas pueda hacer su contribución a este proceso», señaló a los medios tras el encuentro con la mandataria interina. Aunque no dio detalles de las reuniones que sostendrá, Arnault explicó que viajará a distintas regiones de Bolivia para establecer encuentros «con una multiplicidad de actores políticos y sociales» para establecer criterios de «no violencia», «protección de la vida» y «necesidad urgente de diálogo».

Bolivia ha vivido horas críticas tras que se confirmara la muerte de nueve manifestantes, todos heridos de bala y partidarios de Evo Morales, en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad en la ciudad cochabambina de Sacaba en el centro del país.

Esa protesta estaba conformada en su mayoría por cocaleros, sindicalistas y campesinos, afines al político ahora asilado en México.

La refriega también ha dejado unos 115 heridos que, de acuerdo a la información brindada por la Defensoría del Pueblo de esa región, en su mayoría han recibido impactos de proyectiles y cuyo estado de salud es incierto.
El Gobierno interino ha dado distintas versiones sobre esos sucesos y ha manejado hipótesis que apuntan a grupos armados compuestos por extranjeros, además, de la posibilidad de que varios de los muertos hayan recibido proyectiles que emanaron de la propia masa de manifestantes.

Los enfrentamientos, que comenzaron después de las elecciones del pasado 20 de octubre, han dejado 22 muertos y más de 500 heridos que incluyen a sectores que protestaban contra y a favor de Evo Morales, según los datos de la Defensoría del Pueblo.

El Gobierno de transición abrió la posibilidad de iniciar acercamientos con los sectores más radicales como los cocaleros oriundos del trópico de Cochabamba, una base social que tradicionalmente ha mostrado un apoyo inquebrantable hacia Morales.