Un diente revela los secretos del simio gigante emparentado con el orangután

Hace cientos de miles de años un simio de más de tres metros de alto y 500 kg de peso -el doble que un gorila adulto- recorría los bosques de China, India y Vietnam. Conocemos la existencia del Gigantophitecus, que pertenecía a un género extinto de primates hominoideos, gracias a fósiles de sus dientes y restos parciales de mandíbulas; sus molares (de un tamaño de hasta 2,5 cm) se vendieron durante mucho tiempo en Asia como dientes de dragón en la medicina tradicional.

En 1935 un puñado de ellos cayeron en las manos del antropólogo alemán Ralph von Koenigswald, que descubrió su verdadero origen. Sin embargo, desde entonces la historia evolutiva de este simio permanece en gran parte incompleta debido a la escasez de huesos del esqueleto y a la falta de huellas genéticas y moleculares.

Ahora, investigadores del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona (IBE, UPF-CSIC) y del Globe Institute de Copenhague han logrado por primera vez secuenciar proteínas obtenidas del esmalte de uno de esos dientes, lo que ha permitido aislar información genética de un ejemplar de este gigante extinto que vivió en un área subtropical del sur de China hace 1,9 millones de años.

A partir del análisis molecular los autores han podido precisar la posición evolutiva del Gigantopithecus, señalando a los orangutanes como su pariente vivo más cercano. Sus resultados se publican este miércoles en la revista Nature.

El estudio supone una importante innovación en el campo de la biología evolutiva, ya que es la primera vez que se recupera material genético tan antiguo en un ambiente cálido y húmedo.