Mi perro piensa que es un perro faldero cuando la abuela viene de visita

Risto Mattila, un fotógrafo amateur que vive cerca del golfo de Botnia, se encontraba en la playa de Marjaniemi, cuando descubrió miles de huevos de hielo que cubrían un área de 30 metros, aproximadamente. “Estaba con mi esposa en la playa. El día estaba soleado con -1 ºC, y también había mucho viento“, dijo en entrevista con la BCC. “Ahí encontramos este increíble fenómeno. Había nieve y huevos de hielo por toda la playa, cerca de la orilla“.

Para que se dé este fenómeno, se deben dar las condiciones adecuadas, pues no es muy común. Al menos en los 25 años que Mattila lleva viviendo en la zona, nunca había visto estos extraños huevos. George Goodfellow, quien habló sobre el tema para el mismo medio, comentó que eran necesarias dos cosas para la formación de las bolas: frío y viento. Los huevos de hielo se “forman a partir de pedazos más grandes de hielo que se agolpan en las olas, haciéndolas redondas“. Es decir, el agua y las olas las moldean de esa forma.
“Estas pueden crecer cuando el agua del mar de congela en su superficie, y esto también ayuda a que se hagan suaves (lisas)“. Así que el resultado es una bola de hielo lisa que llega a la playa con la marea. Como mencionamos, el tamaño puede variar, y pueden ser del tamaño del huevo de una gallina (de aquí el nombre) o una pelota de futbol, cuyas dimensiones son mucho más grandes.
Este fenómeno no es nada común, y sólo suele suceder en lugares muy fríos como Rusia, Siberia o en las temperaturas más bajas de una ciudad como Chicago. En 2016, pobladores de Nyda en el golfo de Obi en Siberia, reportaron la presencia de “esferas” gigantes de hielo. Si en Finlandia cubrían una parte pequeña de la playa, en Siberia cubrieron 18 kilómetros con bolas del tamaño de una pelota de tenis hasta un metro de diámetro. En el lago Michigan, también aparecieron enormes bolas en 2014.