El Templo Mayor inaugura la exposición Los presagios de la conquista de México

Un incendio repentino en el Templo Mayor de Tenochtitlán, el paso de un cometa, la presencia de una mujer llorando por las calles del imperio mexica o una piedra parlante que se negó a llegar a la capital tenochca, son algunos de los presagios que indicaron el fin de Tenochtitlan y que ahora se representan en el Museo del Templo Mayor con la exposición Tetzáhuitl. Los presagios de la conquista de México.

La muestra, conformada por 30 piezas, permanecerá hasta marzo de 2020 y reúne desde la escultura de una serpiente con la inscripción del nombre calendárico de Quetzalcóatl —fecha que coincide con la llegada de los españoles al país—, hasta un fragmento de meteorito y esculturas de las mujeres que anunciaban la muerte de guerreros.

“Hablar de presagios es sinónimo de inmaterialidad y por definición es difícil de ilustrar. El primer reto de la exposición fue encontrar piezas significativas y después explicar el fenómeno de los presagios a partir la visión mesoamericana, es decir, de la visión cíclica de la historia y de los diferentes soles cosmogónicos. De esto último sí existen evidencias materiales”, comentó el curador Guilhem Olivier.

El también investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM señaló que se debe abandonar el cliché de que los indígenas eran supersticiosos.

“Uno de los propósitos de la exposición es rebasar esa dicotomía racista que hace pensar en los presagios como una ilustración del fatalismo de los mexicas. Las prácticas adivinatorias no son sinónimo de superstición,