Lewis Hamilton tiene ayuda angelical

Angela Cullen, coach personal de Lewis Hamilton, diseña el programa de descanso que debe seguir el piloto británico apoyado en un trabajo de investigación de la NASA, supervisa la alimentación previa a un fin de semana de carrera y vigila la hidratación que debe seguir. Es su sombra en un fin de semana de carreras y parte esencial del éxito en las pistas.

Cullen, pertenece a la empresa Hitnsa Performance fundada por el fallecido Aki Hintsa, quien comenzó a trabajar en la F1 con el equipo McLaren y fue ahí donde conoció a Hamilton.

Desde 2016, el británico decidió que Cullen fuera su coach y suma tres títulos de la F1 desde entonces, de los seis que lleva en total.

Cullen nació en Nueva Zelanda. Además de fisioterapeuta es también deportista. Se autodefine como entrenador de  rendimiento y es en esta función que ha sido clave para Hamilton.

“Lo despierto por la mañana, le ordeno su comida, lo llevo a la pista  y manejo todo su horario para el fin de semana. Básicamente eliminó cualquier cosa que le pueda afectar para el día de la carrera y asegurando que su rendimiento sea del 100 por ciento”, comentó.

Durante una carrera, analiza los periodos de descanso, vigila que el casco esté en al auto en la posición ideal para el piloto e incluso coloca los termos para la hidratación requerida en la competencia.

La entrenadora está al pendiente del estado físico y evitar alguna lesión. Incluso lo acompaña durante los traslados que realiza Hamilton en scooter, durante el fin de semana de una carrera.

“Él es increíblememte humilde e increíblemente respetuoso”, ha mencionado sobre el flamante campeón de la F1.

Incluyó a Lewis Hamilton en un programa creado por la NASA para que piloto aprovechara mejor las horas de sueño.

Mediante varias técnicas le ayudó a cambiar su estilo en los trazados que no le favorecían y s buscar el máximo rendimiento en la pista.

Hamilton se convirtió en vegano desde 2017, por lo que el cuidado de la alimentación es primordial para Angela Cullen.

La especialista respalda su trabajo en la biomecánica del cuerpo, para que los movimientos del mismo se den de una manera efectiva, gracias a una perfecta alineación entre la columna con las articulaciones y los músculos.

Todo el trabajo ha sido reconocido por Lewis Hamilton, quien luego de ganar el campeonato del año pasado interrumpió la entrevista que le realizaban para irse a abrazar con su entrenadora personal.

El monarca no piensa en los récords

Lewis Hamilton se consolidó este como un gigante de la Fórmula 1 al conquistar su sexto título mundial, un sorprendente logro que “no está mal para un niño que surgió de una vivienda social”.

Su camino, surgido prácticamente de la nada, careció de privilegios y lujos, pero desde temprana edad quedó claro que tenía un don excepcional para la velocidad, descaro e instintos propios de un corredor nato.

En 1995, con 10 años y con una chamarra y zapatos prestados como campeón británico de karting, asistió a una ceremonia de premiación en Londres, donde conoció al entonces jefe de la escudería McLaren, Ron Dennis. Pidió un autógrafo y le dijo que “un día quiero correr por ti”. Dennis respondió: “Llámame en nueve años y te arreglaré un contrato”.

Más allá del deporte, parece crecer el interés de Hamilton por los problemas sociales, destacando recientemente sus preocupaciones por el medio ambiente.

Su propia carrera y búsqueda de autoexpresión y libertad le animan también a aconsejar a los pilotos más jóvenes.”

 “Debes soltar las riendas y descubrirte a ti mismo. Y solo tú puedes hacerlo”.

El padre de Lewis,  Anthony Hamilton, resumió el logro del hijo: “Es absolutamente increíble. No está mal para un niño de una vivienda social de Stevenage”.

Sobre su sexto título y ubicarse a uno del récord de Michael Schumacher, dijo que aún lo ve lejano.

“Siempre he dicho que alcanzar el récord de Michael no es un objetivo, siempre pensé que estaba muy lejos y ahora, incluso si está muy cerca, todavía parece muy lejos “, dijo Hamilton.

“No voy a pensar en eso ahora y quiero aprovechar el momento porque nunca se sabe lo que pasará mañana”.