Intelecto y poder

Potosino de nacimiento, cabeño por adopción y arquitecto de por vida. Pienso que la participación en la sociedad es un compromiso y las letras son una oportunidad

Vinculo incomodo o relación nociva pero indispensable para que camine la maquinaria política. La relación de los intelectuales con el poder político no es algo nuevo, pero si flexible y esa flexibilidad va de la mano con el sistema político en turno. Según Norberto Bobbio (1909-2004) jurista, filósofo y politólogo italiano “los intelectuales son expresión de la sociedad de su tiempo; que el momento histórico es crucial en su definición y también de su responsabilidad histórica”. Sin embargo, la clase intelectual al menos aquí en mi México querido, siento que se han convertido en ocasiones solo en vehículos de opinión individual sustentada y no necesariamente como expresión de la sociedad. Su insumo principal es el sistema político y como tal los suministros en estos tiempos de la 4T son en abundancia y nos están llevando a escenarios que ni el mismísimo Guillermo del Toro se imagina. Ahora sí que se les junto la chamba.

Al intelectual siempre se le ha visto como la persona ideal para rebatir el discurso oficial, motivar la lucha social, así como amarrando navajas entre los gobernados y los gobernantes y creo que su verdadera función debería ser el apoyar a configurar un sistema político en donde ambas partes salgan bien libradas. Ilesos pues.

Para un intelectual, que generalmente habita en el periodismo, no puede ni debe escaparse de tratar temas frescos y recién salidos del horno. El interés mediático de parte de sus lectores alimenta y motivan el poner en la mesa dichos temas que por lo general tratan temas políticos y financieros todavía recientes y calientitos. Juan Enríquez en su entrega El Intelectual Mexicano, ciencia y traición (https://revista.drclas.harvard.edu/book/el-intelectual-mexicano) en defensa de la ciencia y la tecnología escribe: “Una clase intelectual marginada de las revoluciones digital y genética puede contribuir a preservar el pasado, pero enfrentará muchos problemas para construir el futuro” y considero que tiene razón ya que solo vamos nadando así como de muertito y con la historia flotando a la par. ¿Y los académicos locales porque tan calladitos?……. ¿no traen saldo?

Nos vamos al 7 de septiembre de 1987. Carlos Salinas de Gortari -como Secretario de Programación y Presupuesto en el régimen tibio de Miguel de la Madrid- asiste como invitado al Ateneo de Angangueo, grupo de periodistas, escritores, académicos y artistas fundado por el cobardemente asesinado periodista Manuel Buendía en donde ya lo esperaban: Benjamín Wong, periodista de origen zacatecano. Director de El Sol de México en la década de los 70s, Sub Director de El Universal y participó en la fundación de La Jornada. Iván Restrepo, periodista en temas de política, amiéntales y desarrollo territorial. Elena Poniatowska, periodista destacada de noble linaje. Margo Su, actriz, bailarina, corista y empresaria. Y que junto a su esposo construyeron el teatro Banquita. Héctor Aguilar Camín, periodista, escritor e historiador, director de la revista Nexos entre 1983 y 1995. Carlos Monsiváis, estudio en la Facultad de Economía también en la Facultad de Filosofía y Letras, ambas de la UNAM y por si fuera poco también estudió teología en el Seminario Teológico Presbiteriano de México. Miguel Ángel Granados Chapa, fue subdirector editorial de Excélsior; director y gerente de Proceso; jefe de los noticieros del canal 11; Director General de Radio Educación; director de La Jornada; director general de la revista Mira. Gabriel García Márquez, lo que se mencione conocido por todos y León García Soler, Premio Nacional de Periodismo 1982. Como ven, tema si había. Y si no me la creen les comparto la fotografía de Pedro Valtierra:

Además de estas creaturas de opinión, arrinconada entre el brazo del sofá y León García también asistió una muñeca que dio la inspiración a Diego Enrique Osorno para el documental de su autoría y denominado “La Muñeca Tetona”. La presencia de esa muñeca para Diego Enrique Osorno fue como el pretexto ideal de surgimiento del documental, para Salinas de Gortari fue un toque picaresco y de genialidad de parte del anfitrión (Iván Restrepo) haberla puesto ahí como diciendo: tenemos un testigo mudo de un dialogo que tal vez algún día se recuerde.

A un mes de que el presidente de entonces Miguel de la Madrid anunciara a Salinas como candidato del PRI, como el elegido, quedaría muy lejos tomar este circo como una mera coincidencia. ¿Líneas? ¿Acuerdos? Tal vez algún día la muñeca tetona rompa su silencio escotado y ventile, además, ése dialogo pendiente a recordar.

@barreArq