El altar monumental mide más de 1,044 metros cuadrados
Aurora Reyes, adjudicadora oficial de Récord Guinness en México, informó: “Acabamos de dar el anuncio oficial, es verdad, tenemos el altar en Hidalgo. Es el altar más grande del mundo con 1044.30 metros cuadrados, el altar más grande del mundo. Se rompió el récord, la cifra que se batió fue 846.48 metros cuadrados”.
Manos de artesanos hidalguenses del Valle del Mezquital confeccionaron los tapetes de aserrín pintado que adornan la base de la ofrenda monumental instalada en la Plaza Juárez de Pachuca.
Gerardo Quezada, artesano de Ixmiquilpan, comentó: “Desde el comienzo, un largo proceso de aproximadamente 15 días el preparativo para tener todo listo, ya sea moldes y todo el diseño, hay que pintarlo, buscar distintos colores”.
El altar monumental de 1,044 metros cuadrados muestra la tradición ancestral huasteca de Xantolo que en náhuatl significa: “Todos santos con las flores y los tamales”, así como los bordados de Tenango con alebrijes y fauna de vivos colores, y que en esta ocasión se montó en honor del pintor Byron Gálvez y el general Felipe Ángeles.
Diego González, visitante, opinó: “Muy buena porque vienen todos los difuntos y porque viene mi madrina”.
Paulina Aparicio, visitante, dijo: “Ocuparon todos los elementos que debe tener la ofrenda, ósea, desde el pan de muerto, el incienso, las catrinas, el papel picado, no perdieron todo lo que debe de llevar una ofrenda y obviamente su tamaño”.
Paula Nava, visitante vestida de catrina, consideró: “Es muy tradicional, principalmente para los mexicanos, como ya sabemos en Hidalgo también y lo más importante, como lo podemos observar, es el más importante de siete pisos que representa los siete pecados capitales”.
De acuerdo con Récord Guinness, el Altar Monumental de Hidalgo contiene los 16 elementos fundamentales para una ofrenda de muertos, y en ella se utilizaron 100 piezas de tequila, 70 kilos de plátano, 50 kilos de mandarina, 200 piezas de calaveritas de azúcar, 30 toneladas de flor de Cempasúchil y mano de león, y una catrina robotizada, fueron parte del altar de siete niveles.