Finge embarazo para no pagar

Eso, simular un embarazo con ropa y aparatos informáticos, fue lo que hizo la periodista de viajes Rebecca Andrews en un vuelo doméstico en Australia con la compañía Jetstar. En el hotel, antes de salir camino del aeropuerto, se grabó preparando su barriga falsa de embarazada y dando consejos sobre cómo hacerlo para subir luego el vídeo a su cuenta de Instagram. Todo para no pagar por el exceso de equipaje. Sin embargo, el engaño no surtió efecto y al final tuvo que rascarse el bolsillo y liquidar la cuenta.

Andrews se dedica a viajar por el mundo y contar sus experiencias. Hace unos días tenía que coger un vuelo nacional y decidió que en lugar de ponerse capas dobles y hasta triples de ropa como había hecho en otras ocasiones, iba a probar con un truco nuevo para evitar tener que pagar recargo por el peso de su maleta.

Su ‘ingeniosa’ idea consistió en fabricarse una tripa de embarazada falsa ayudada por el cable de alimentación de su portátil y, además, introducirse el ordenador en la espalda. Después se puso una camiseta encima, una chaqueta y se fue al aeropuerto.

El problema fue precisamente dicho dispositivo electrónico, que de alguna manera la delató asomando por debajo de la chaqueta. Al final, después de todo, le tocó pagar. Exactamente, 60 dólares australianos. Al cambio, 41,45 dólares americanos.

Preguntada sobre su picaresca fallida por CNN Travel, Andrews ha explicado que tiene “una complexión delgada y decidí que fingir estar embarazada era la ruta más creíble para un truco exitoso” que no funcionó y ella misma ha calificado de “perezoso” y “poco creativo”.

Preguntada sobre si se sentía “avergonzada” por su comportamiento, ha respondido de manera tajante que “en absoluto”. En opinión de Andrews, “una mujer tiene derecho a hacer lo que quiera con su cuerpo, incluso fingir un embarazo hecho con cables de computadora portátil”. Además, reconoce que con su barriga falsa se sintió “increíble. Una chica sexy, ruda y embarazada”.