El Sínodo Mundial de Obispos sobre la Amazonia, que se extenderá durante casi todo octubre, será el nuevo escenario de la batalla campal de los ultraconservadores de la Iglesia contra el papa Francisco en “la lucha política interna de los sectores que quieren impedir que Francisco realice el sueño del Concilio Vaticano II, del cual es hijo legítimo y directo”, dijo hoy el Superior de los jesuitas Arturo Sosa Abascal en un encuentro con los corresponsales extranjeros en Italia.
Aunque el “Papa negro”, como llaman históricamente al jefe de la Compañia de Jesús, habló de otros temas, había un interés especial por la posibilidad de que el complot de las derechas eclesiásticas, sobre todo concentrado en Estados Unidos, derive en un cisma, como el que agitó a la Iglesia católica durante los pontificados de Pablo VI y San Juan Pablo II.
El obispo tradicionalista francés Marcel Lefebvre fue excomulgado tras consagrar cuatro obispos sin autorización del Papa.
La comunidad “San Pío XII” organizada por Lefebvre, ya fallecido, protagonizó una rebelión cismática que se prolonga hasta la actualidad.
En el Sínodo sobre la Amazonia, que comenzará el 3 de octubre en el Vaticano, con la participación de delegaciones de obispos de todo el mundo católico, un tema especialmente urticante es la posibilidad de que el Papa autorice el experimento de los sacerdotes “viri probati”, o sea que laicos católicos de probada fe, con familia, sean ordenados con restricciones para ejercitar el ministerio en zonas donde es muy escasa la presencia de curas.
