Españoles y portugueses se lanzaron a la exploración de las tierras descubiertas en 1492 por Cristóbal Colón; ya se había demostrado que la Tierra era redonda y faltaba llevar ese conocimiento a la práctica realizando el primer viaje que circunnavegaría el globo.
Así el navegante Fernando de Magallanes que al mando de nueve naves y más de trescientos hombres comenzaron tal empresa, de segundo en la misma se encontraba a Vázquez Souso y como tercero, y capitán de la nao Victoria, estaba Juan Sebastián Elcano.
Aquella magna y ambiciosa expedición se planificó perfectamente en Sevilla, antes de partir los marineros acudieron a rezar a la Virgen de la Antigua. Tras ello partieron y comenzaron su empresa. Pusieron proa al Atlántico Sur, llegaron al borde inferior del continente americano, a aquel paso se le denominó “Estrecho de Magallanes”; siguieron rumbo al Pacífico y siguieron rumbo a Oceanía hasta llegar a Oriente, a la India, continuaron por el océano Índico y doblaron el cabo de Buena Esperanza buscando regresar a España, a la península Ibérica y a Sevilla.
De aquellos trescientos hombres sólo regresaron dieciocho, Magallanes sufrió el ataque de los pueblos indígenas, fue capturado y devorado por los caníbales en la Polinesia cuando reabastecían las naves de agua potable. Vázquez Souso ya había fallecido víctima del escorbuto y fue el guipuzcoano Elcano el que tomó el mando de la expedición, a duras penas llegaron a Sevilla donde una desvencijada nao Victoria quedó atracada en el muelles de las Mulas, hoy la plaza de Cuba en Sevilla.
Carlos I otorgó a Juan Sebastián Elcano un título nobiliario por su tremenda gesta, en el escudo de armas puede leerse: “Tú fuiste quién primero me circundó” junto al globo terráqueo. “Tu primus circundedisti me”.