El misterio de la otra Mona Lisa de Leonardo Da Vinci y por qué existe una disputa legal

Algunas personas están convencidas de que es así, y más de 50 años después, estalló una intensa batalla tanto por la propiedad de la imagen como por la evidencia sobre quién la pintó.
La llamada «Mona Lisa, la versión anterior» (o Mona Lisa de Isleworth) está en el centro de un misterio que involucra a paraísos fiscales en El Caribe, las bóvedas de bancos suizos, un secreto consorcio internacional y al Sherlock Holmes del mundo del arte.
Entonces, ¿es genuina? ¿Quiénes son los propietarios legítimos? ¿Y podría el retrato en el centro de este misterio al estilo del Código Da Vinci valer cientos de millones de dólares?
Un caso judicial que se lleva a cabo esta semana en Italia finalmente puede ayudar a arrojar algo de luz sobre las respuestas a estas preguntas.

¿Una segunda Mona Lisa?

En 2012, una organización llamada Fundación Mona Lisa dio a conocer al mundo, en un resplandor de publicidad, lo que afirmó ser una segunda pintura de la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci.
Dado que la Mona Lisa es posiblemente la pintura más famosa del mundo, y su pintor es considerado como uno de los mejores artistas de la historia, tal hallazgo pondría al mundo del arte patas para arriba.
Entonces, ¿es realmente posible que pueda existir una segunda versión del retrato previamente desconocida?
La Fundación presentó una serie de pruebas para tratar de respaldar la afirmación, pero curiosamente la organización afirma que no es propietaria de la pintura.
Dice que la imagen es propiedad de un consorcio internacional no identificado. Cuando se le preguntó sobre esto, el secretario general de la Fundación, Joël Feldman, respondió: «La Fundación, como una cuestión de política y en cumplimiento de sus obligaciones, no hace comentarios sobre el consorcio propietario».
Pero en su casa en el sur de Londres, Andrew y Karen Gilbert tienen una historia muy diferente: dicen que poseen una participación del 25% en el retrato.
Cuando se pusieron en contacto con la Fundación Mona Lisa después de que revelara el retrato en 2012, ellos afirman que la organización dijo que «no sabía nada de nosotros, que ellos no eran los dueños y simplemente trataron de alejarnos como si fuésemos inconvenientes».
«Porque no pudimos averiguar quién era el propietario, nadie nos decía nada. No sabíamos cómo podíamos iniciar ningún tipo de procedimiento», dice Karen.
Esta semana hubo un avance importante en torno a la afirmación de la familia Gilbert que puede llevar a un avance en su reclamo.
¿Pero un reclamo en qué? ¿Y es posible que un retrato casi inestimable de Leonard Da Vinci salga a la luz de repente?

La pintura de
US$450 millones

Increíblemente, eso es exactamente lo que sucedió con una pintura llamada Salvator Mundi, o Salvador del Mundo.
Vendida por solo US$55 en 1958, fue comprada en una subasta por un increíble US$450 millones por un comprador anónimo hace dos años.
La diferencia, por supuesto, se debió a que la pintura fue autenticada por un equipo internacional de expertos como un Leonardo genuino.
¿Podría la pintura llamada «Mona Lisa, la versión anterior» por la Fundación seguir el mismo camino?
«Estaba escéptico pero intrigado», dice el profesor Jean-Pierre Isbouts desde Santa Mónica, California. La Fundación lo llevó a Suiza para ver la pintura.
«Entré en la bóveda, hacía mucho frío allí, y pasé unas dos horas con esa pintura. Pero después de cinco minutos reconocí que tenía que ser un Leonardo».
Pero no fue solo la apariencia lo que hizo que el académico de la Fielding Graduate University en California (cuyo trabajo es recomendado por la Fundación) crea que el retrato es genuino, también fue la evidencia histórica, dice.
«Giorgio Vasari, el biógrafo de Leonardo (del siglo XVI), afirma claramente que Leonardo trabajó en la Mona Lisa durante cuatro años y luego la dejó sin terminar».
Esto coincide con la apariencia de «Mona Lisa, la versión anterior», que tiene un fondo incompleto, a diferencia del famoso retrato que cuelga en el Louvre.
El profesor Isbouts también señala que los registros históricos mencionan que Leonardo pintó la Mona Lisa para dos clientes diferentes, lo que aumenta la posibilidad de que haya completado dos retratos separados, uno para cada comisión.
Agrega que las pruebas científicas parecen respaldar la afirmación de que la pintura es genuina.
«Con ‘Mona Lisa, la versión anterior’, la ciencia nos reveló que a) es de principios del siglo XVI, b) definitivamente es una composición de Leonardo porque la configuración y la composición son idénticas a las del Louvre Mona Lisa. Y c) los histogramas (los gráficos digitales de los colores utilizados) muestran que, en términos de la «escritura a mano» de la pintura, cómo el aplica la pintura, (es) es exactamente idéntica».
Pero no todos están de acuerdo. «No es un artículo real por una serie de razones», dice Martin Kemp, profesor emérito de historia del arte en la Universidad de Oxford.