Montarán ‘Felipe Ángeles’, de Elena Garro; la nueva era de los teatros del IMSS

Francia reúne por primera vez en su territorio la obra de Doménikos Theotokópoulos; quien es más conocido como El Greco, fue un pintor del final del Renacimiento que desarrolló un estilo muy personal en sus obras de madurez. Hasta los 26 años vivió en Creta, donde fue un apreciado maestro de iconos en el estilo posbizantino vigente en la isla. Después residió diez años en Italia, donde entró en contacto con los pintores renacentistas, primero en Venecia, asumiendo plenamente el estilo de Tiziano y Tintoretto, y después en Roma, estudiando el manierismo de Miguel Ángel. En 1577 se estableció en Toledo (España), donde vivió y trabajó el resto de su vida. en una muestra que busca rescatar el estilo pictórico tan personal que rompió los moldes de la época e inspiró a los modernos, como Picasso, Modigliani o Cézanne.
La retrospectiva de esta figura singular del Renacimiento, que acoge el Grand Palais de París del 16 de octubre al 10 de febrero de 2020, es uno de los acontecimientos culturales de Francia, gracias a una variada colección de préstamos.
Desde Estados Unidos, el Retrato del cardenal Fernando Niño de Guevara y La Sagrada Familia con María Magdalena; desde Reino Unido, La expulsión de los mercaderes, y otros de sus grandes lienzos prestados por Grecia, España, Italia, Canadá o Dinamarca, permitirán ver de cerca la amplitud de su arte.
La intención es sacar al espectador de la creencia de que El Greco (1541-1614) era un simple retratista de la devoción católica y poner el foco en su invención y su voluntad de reinventar la imagen, una premisa que lo convertiría en el pintor antiguo más famoso de la modernidad. Se presenta por primera vez desde su reciente restauración el retablo de La Asunción.