De viaje con los Derbez; un viaje muy intenso

La familia Derbez en Marruecos. ¿Qué podría salir mal? Lejos de la ciudad, un destino exótico al tratarse de África, las chiquillas de Aitana y Kailani en unas vacaciones para recordar, los seres queridos alrededor…
“A ver, a ver, a ver…. la que necesitó terapia fui yo”, dijo Aislinn Derbez. Y aquí se cayeron las ideas de las vacaciones perfectas. Eugenio, un controlador padre, sube los ojos y explica mejor la situación.
“La cena de Navidad son cuatro o cinco horas que estás con la familia y por ahí de medianoche ya te estás sacando los ojos, ¡ahora imagínense un mes! Se vuelve muy intenso”, se sincera.
De viaje con los Derbez se estrenará el próximo viernes a través de Amazon Prime y ahí podrán ver cuanta locura pueden imaginar, a una familia disfuncional que funciona a la perfección, que se va conociendo mejor, creando lazos que no existían y hasta tocando fondo por una etapa algo complicada.
Con decir que Alessandra terminó siendo ahora más amiga de José Eduardo y Vadhir que de Aislinn.
“El vínculo que tengo con Ais es irrompible y siempre va a estar ahí por muchos años, peeeeeeero, en este viaje, curiosamente, con ellos se hizo fuerte y fue totalmente inesperado”, dice la exintegrante de Sentidos Opuestos.
Bueno, ¿Y cómo sucedió? se le cuestiona. El set en el Four Seasons se rompe en risas. El primero en provocar, en general durante toda la charla, fue José Eduardo, tan seriecito que se veía, pero tuvo sentido el que fuera el primero en brincar, porque es al que le gustan los tragos, el despapaye, levantarse tarde…
“Entonces se fueron de fiesta. ¡Me dejó a Aitana y acá (señala a Alessandra) se fue a ‘conectar con los hijastros’!”, intervino Eugenio. El resto volvió a tirar carrilla y apuntaron totalmente a la cantante durante su justificación. Y no se quedó callada. De alguna manera tenía que defenderse del marido y sus muchachos.
“Lo que pasó fue que Mauricio (Ochmann) y Ais no dormían por Kai, estaban en una dinámica diferente; entonces, en esta familia los únicos no abstemios somos acá mi compañero (José Eduardo alza la mano, sonríe y se delata), entonces él es mi compañero de copas”, dice Alessandra. “Siempre que nos vemos, pues pasa un rato y siempre decimos ‘sí, sí, ya, nos echamos una’”, complementa José Eduardo.
De tranquilito no tiene nada el hijo de Eugenio, quizá sólo al momento de hablar de alturas, algo a lo que le tiene pavor.
Todos no han dejado de hablar de Mau, Ais y Kai. Y lo que pasó es que la pequeña estaba en un tiempo donde no quería dormir, reclamaba atención y todo lo que una bebecita de menos de un año requería en ese momento.