Cuando en la mayoría de los países basta una identificación para adquirir un nuevo número de telefonía móvil o un plan de datos para una tablet, y en otros esta clase de cosas se pueden conseguir sin restricción en las tiendas de autoservicio, China está por implementar el reconocimiento facial en este rubro.
Según informó el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información del país, a partir del próximo 1 de diciembre, las empresas dedicadas a las telecomunicaciones tendrán la obligación de aplicar pruebas de reconocimiento facial a toda aquella persona que quiera tener un nuevo número de teléfono a su nombre.
Las autoridades indican que esta medida que imposibilita la opción de transferir los números entre familiares y amigos, busca “proteger los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos en el ciberespacio” y tiene como uno de sus objetivos principales acabar con los fraudes realizados en Internet o por vía telefónica.
Esta medida que fue implementada por decreto es una actualización del sistema que ya se aplicaba antes en el que los proveedores debían verificar la identificación del usuario y tomarle una foto al momento de contratar un servicio; ahora ese imagen será comparada con la persona que contrata a través del reconocimiento facial.
Los cambios de los que hablamos llegan bajo un contexto complejo debido a que el gobierno chino ha sido cuestionado por sus ciudadanos por la censura que sufren sitios como Facebook y Twitter e incluso algunos servicios de mensajería personal que, simplemente han sido bloqueados para que nadie pueda acceder a ellos.
Las nuevas medidas han sido interpretadas por muchos como una forma de tener mayor control sobre la información personal de la población que utiliza Internet (más de 850 millones de personas), aunque las autoridades afirman que su única intención es mejorar la protección de los nuevos usuarios.