Después de una larga audiencia la juez de control Claudia Hernández Ibarra vinculó a proceso a Roberto N. por dos delitos de hostigamiento y abuso sexual calificado contra Pao N. que en conjunto podrían alcanzar una pena privativa de la libertad por más de 6 años.
La audiencia se realizó el pasado jueves, día en el que comienzan a correr cuatro meses de investigación complementaria para que ambas partes aporten datos o medios de prueba que puedan conseguir en una etapa intermedia.
Además, le fueron impuestas dos medidas cautelares: una revisión periódica ante la autoridad que determine el juez, la UMECA es decir la Unidad de Medidas Cautelares previas al juicio; además de no acercarse a la víctima ni a los testigos.
La fiscal Sandra Verónica Sánchez Urrutia expuso en la audiencia hechos y testimonios sobre la causa penal 169/2018, donde se relata que desde que la víctima se inscribió en la Licenciatura de Derecho de la UASLP en septiembre del 2016 en las primeras clases Roberto N. impartía la materia de Teoría General del Derecho, pero siempre se dirigía a ella al poner ejemplos de índole sexual que no tenían relación.
También, se mencionaron testigos de que el profesor se paseaba entre las filas y al llegar al lugar de la víctima le hacía tocamientos en los hombros o en el pelo, hasta que en una ocasión le dijo que “requería un hombre y no un niño con el que andaba” entre otras expresiones que implicaban un acoso sexual.
El 26 de octubre, el docente le tomó fotografías cerca de la cafetería de la Facultad solo para mostrárselas y proferirle alusiones a su físico, y en noviembre de ese año fue más allá, al solicitarle a los demás estudiantes salir de la clase para quedarse a solas con la víctima y realizarle tocamientos en sus partes íntimas.
En un receso de la audiencia, la abogada de la víctima Alejandra Rivera, denunció que el abogado del docente Othón Terrazas se acercó para pedirle que detuviera el proceso e incluso ofreció la reparación del daño mediante compensación económica, pero le afirmó que solo buscan restaurar la dignidad y reputación de la víctima ya que la propia Facultad nunca llevó a cabo un protocolo cuando notificó de la situación la víctima.