El trabajo, reuniones, niños, compromisos… La vida ajetreada que llevamos a diario hace que, en ocasiones, descuidemos nuestra relación de pareja sin saberlo. Este ajetreo incesante causa estrés lo que afecta negativamente a las relaciones sexuales.
Este estrés, afirma Raquel San Martín, directora del Centro Nascia en Pozuelo, Madrid, “se refleja a nivel físico, psicológico y fisiológico”.
A nivel físico, los dolores de cabeza (40 por ciento de los consultados), el cansancio generalizado (80 por ciento) y la tensión muscular (50 por ciento) “influyen en el descenso de la libido”.
Pero no sólo eso. El estrés también puede producir insuficiencia de erección, ausencia de secreción vaginal e, incluso, eyaculación precoz.
Esto ocurre porque, «desde el punto de vista fisiológico, se produce un descenso en los niveles de andrógenos y estrógenos cuando se está bajo los efectos del estrés”, detalla San Martín. De hecho, la impotencia «es una de las consecuencias relacionadas con los cuadros de estrés». Tener relaciones estresado, ¿sí o no?
Estos datos dan buena muestra de que el sexto y el estrés no es una buena mezcla ¿O sí?.
Según Jesús Ignacio Rodríguez, del Instituto Sexológico Murciano, aunque afecta negativamente al sexo, “las relaciones sexuales o, en su caso, la masturbación son un factor de protección ante el estrés ya que actúan como un ansiolítico natural”.
No obstante, advierte: «Existe un porcentaje muy pequeño de hombres en los que el estrés les puede provocar conductas sexuales compulsivas y en estos casos sí afectaría de forma negativa a su salud sexual”. Entonces, ¿sería bueno tener relaciones en situaciones de estrés? “si la situación no está bien es preferible no añadir más carga negativa y no intentar tener relaciones sin mejorar la situación antes”.
El sexo puede ser una gran ayuda para aliviar tensiones y conectar con la pareja “pero siempre que no conlleve una obligación o se convierta algo que nos presione”.
Desde su punto de vista, “prescindir de una salud sexual satisfactoria puede tener efectos nefastos en las relaciones de pareja, e incluso, trasladarse al resto de relaciones sociales”. Por ello, aconseja pedir ayuda para solucionar el problema y que no se convierta en algo a largo plazo.
Cómo sé si tengo estrés
Un paso para evitar el estrés y que éste afecte a nuestra relación de pareja es detectarlo a tiempo, pero para ello hay que saber cómo hacerlo.
“El estrés tiene una connotación negativa pero en realidad es en muchos casos una respuesta adaptativa de nuestro organismo ante situaciones difíciles o que nos exigen dar lo máximo de nosotros”, afirma Rodríguez.
San Martín agrupa los síntomas del estrés en físicos, cognitivos, emocionales y de conducta.
Síntomas físicos
Tensión muscular excesiva
Bruxismo o rechinar de dientes
Resfriados frecuentes o infecciones
Alergias o erupciones de la piel irritaciones de la piel
El estreñimiento
Diarreas y trastornos gastrointestinales (colon irritable)
Pérdida de peso o exceso de peso
Acidez, indigestión
Hiperventilación
Presión en pecho o garganta
Mareos y palpitaciones
Ataques de pánico
Cansancio físico
Fatiga continuada
Cambios en la menstruación
Pérdida de la libido y problemas sexuales
Tensión arterial alta
Síntomas de tipo cognitivo
Incapacidad para concentrarnos o tomar decisiones sencillas
Procastinación (no asumir las responsabilidades, diferir en el tiempo las cosas que tenemos que hacer y que sabemos que tenemos que hacer)
Pérdida de memoria
Distraernos con facilidad
Excesiva preocupación
Pensamientos negativos
Pensamientos recurrentes, darle demasiadas vueltas a las cosas
Ansiedad excesiva
Síntomas emocionales
Facilidad para llorar
Estar irritable
Impaciencia excesiva
Experimentar cambios de humor
Sentirse más sensible a la crítica
Estar a la defensiva
Sentirse fuera de control
Falta de motivación
Enfado, frustración
Falta de confianza o autoestima
Síntomas de conducta o comportamiento
No sacar tiempo para la relajación o actividades placenteras
Recurso a sustancias como el alcohol, el tabaco, la cafeína o drogas ilegales
Adicción al trabajo
Aislamiento social, “pereza” social
Mala gestión del tiempo
Consejos para reducir el estrés
Si hemos detectado ante una situación de estrés, lo mejor ahora es aplicar una serie de consejos para reducirlo.
Según Rodríguez, “existen muchas actividades que nos protegen contra el estrés negativo, por ejemplo, el deporte con moderación y tener hobbies y dedicarles tiempo”.
“El buen uso del ocio para compartirlo con las personas que tenemos cerca y a las que queremos es otra filosofía (nórdica) que también ayuda a reducirlo”,