La balanza de la cuenta corriente heredada por la administración pública federal de Enrique Peña Nieto, fue negativa o deficitaria por un cuantioso monto de -21 mil 996 millones de dólares, mientras que en el segundo trimestre de la presente administración pública federal se registró un superávit de 5 mil 143 millones de dólares.
Los resultados de la balanza por cuenta corriente se obtienen de la suma del conjunto de transacciones de intercambio de bienes y servicios, rentas y transferencias corrientes como de capital, su saldo determina la capacidad o necesidad de financiamiento de un país.
La metodología recomendada en la actualidad por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y seguida por la mayor parte de los países, es utilizada para determinar la capacidad o necesidad de financiamiento que vendrá determinada por la agregación de los saldos de la balanza por cuenta corriente y de la cuenta de capital.
Es importante destacar que la balanza por cuenta corriente es una variable económica de difícil interpretación, sobre todo si la comparamos con otras variables como la producción, el desempleo o la inflación, en las que es posible establecer de forma prácticamente intuitiva sus implicaciones en términos de bienestar y evaluar si el nivel que registran es positivo o negativo para la economía nacional.
Las dificultades de interpretación del saldo en la cuenta corriente se derivan de su propia naturaleza, en el sentido de que la cuenta corriente es la manifestación de la interacción de múltiples factores estructurales y cíclicos: tasas de ahorro e inversión nacionales, crecimiento económico, flujos de capital, tipos de interés y tipos de cambio, entre otros. Y dependiendo de las variables en las que nos centremos, la perspectiva desde la que se aborda el análisis de los desequilibrios en cuenta corriente va a ser distinta.
El déficit por cuenta corriente puede ser considerado como que existe un problema de competitividad de la economía nacional, que se traduce en un volumen de importaciones de bienes y servicios muy superior al de exportaciones.
Otra interpretación es que el país está viviendo por encima de sus posibilidades, en la medida en que el consumo y la inversión exceden el ahorro nacional.
También se puede interpretar que el país es un oasis de prosperidad, debido a la atracción de inversión del resto del mundo.
Con las expresiones de la cuenta corriente podemos aproximarnos desde diferentes perspectivas, a la relación existente entre la cuenta corriente con los agregados macroeconómicos alternativos.
La cuenta corriente está considerada como la diferencia entre ahorro e inversión nacional, como la variación de activos externos netos o la diferencia entre exportaciones e importaciones.
Las tres expresiones anteriores de la cuenta corriente no son sino diferentes perspectivas de una misma realidad y no resultan inconexas entre sí, sino que, por el contrario, están relacionadas mediante identidades, de ahí que no sea plausible establecer juicios divergentes, ya que las tres son consistentes entre sí y se refuerzan mutuamente.
La interpretación de los saldos positivos en cuenta corriente o superávit por cuenta corriente conlleva a que el país tiene un nivel de ahorro nacional superior a la inversión nacional o, lo que es lo mismo, tiene capacidad de financiamiento, en consecuencia, se producirá un incremento en los activos netos frente al exterior, y las exportaciones de bienes y servicios son mayores que las importaciones de bienes y servicios.
Por lo contrario, la herencia de un creciente déficit por cuenta corriente se interpreta que el país tenía un nivel de ahorro nacional inferior a la inversión nacional o, lo que es lo mismo, tenía una urgente necesidad de financiamiento, en consecuencia se producía una reducción en los activos netos frente al exterior, mientras que las exportaciones de bienes y servicios eran inferiores a las importaciones de bienes y servicios.
La balanza por cuenta corriente se subdivide en cuatro balanzas básicas: bienes, servicios, rentas y transferencias.
El resultado de la balanza en cuenta corriente al cierre del segundo trimestre de la actual administración federal es positivo o superavitario por 5 mil 143 millones de dólares, producto de la suma del crédito por 140 mil 122 millones de dólares, menos la suma de las partidas de débito por 134 mil 979 millones de dólares.
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