Ejercicio indebido

El asunto de la polémica ex Jefa de Gobierno Rosario Robles al ser vinculada a proceso por ejercicio indebido del servicio público y detenida en prisión preventiva en el Penal de Santa Martha, seguramente subirá de tono, no solamente por los delitos imputados, sino además por tratarse de una persona que conoce a la perfección de política y el manejo de la información.
En realidad es un punto a favor del Presidente López Obrador que se verá reflejado en los índices de aprobación en momentos previos a la obligada rendición de cuentas del próximo primero de septiembre. Por otra parte a diferencia de Emilio Lozoya quien buscó refugio en Alemania y su defensa ha sido mediática con mensajes entrelineados, la señora Robles desde el inicio dio la cara.
Aún está por verse si realmente con esas acciones las cosas van a cambiar o si simplemente quedarán registrados en la historia como casos emblemáticos sexenales, pues si de algo estamos ciertos es en los excesos cometidos en la pasada administración.
Desde cualquier punto de vista tales hechos le pegan al ex Presidente Peña Nieto, ya sea ante la opinión pública y también el posible involucramiento que los imputados le atribuyan en sus causas. De cualquier forma, le sirve al titular del Poder Ejecutivo para tomar distancia de su antecesor.
En efecto, los rumores casi a gritos de un pacto entre el saliente y el entrante se convirtió en la sombra del actual; así que el asunto le viene bien para evitar esas suspicacias, habrá de ver que arrojan los resultados.
Por otra parte y de no menor importancia, independientemente del ámbito jurídico, se ubican los asuntos en el terreno del escándalo político lugar difícil de sustraer, así que la información que poseen los actores será relevante y valiosa, cuestión de la que están conscientes todos los interesados por los posibles rebotes.
El ejemplo más contundente lo tenemos en Javier Duarte, persona que en su momento y a su decir hizo acuerdos y negociaciones, culminando con una sentencia moderada y una gran fortuna. Al final el perjudicado es el erario público y por ende, todos los mexicanos, pues aunque se logren sanciones privativas de la libertad, la reparación del daño causado desde el aspecto económico es casi imposible de recuperar.
Si algo debe reconocerse es que se dio el primer paso y aunque faltan muchos más, por algo se empieza. Mientras se retome el camino de la legalidad sin distinción alguna se fortalece nuestro frágil Estado de Derecho, por el contrario, si es flor de un día; persecución política; proceso de negociación o; asunto sin pruebas, seguiremos lamentablemente con más de lo mismo.