La ciudad del café también es la ciudad de las orquídeas; no sólo por la cantidad de viveros que existen, sino por las huertas particulares y la muestra permanente del Parque Hidalgo en la alameda central. Visitar los orquidearios de la ciudad es una actividad fascinante.
Comienza tu paseo con la visita al Museo Jardín de las Orquídeas a solo media cuadra de la Parroquia de san Jerónimo. Detente a admirar la sencilla fachada del edificio para entrar y descubrir un sitio alucinante con más de cinco mil ejemplares de esta bella flor, algunas tan pequeñas que tendrás que verlas con lupa. Deléitate con el micro-clima construido en este jardín. Asómbrate con el árbol de limón que da frutos del tamaño de una bola de boliche.
Termina esta parte del recorrido con una visita al orquideario del Parque Hidalgo, donado por el fundador del Museo Jardín de las Orquídeas. Saborea una exquisita nieve en el kiosco como marca la tradición.
Continúa el recorrido de los orquidearios visitando el ashram de Coatepec, a poco menos de quince minutos del centro. Intérnate en su sendero y siente en tu piel la frescura de la vegetación. Toma una clase de taichí y pon a prueba tu sincronía. Después de la actividad física, disfruta de un bufet vegetariano que te hará recobrar la energía.
