Estudio prospectivo de ingesta de cafeína como potencial disparador de migraña. (Mostofsky E et al. Am J Med 2019; /10.1016/j.amjmed.2019.02.015)

La migraña, cefalea discapacitante, afecta a mil cuarenta millones de personas mundialmente, se considera la 3a enfermedad de mayor prevalencia y la 6ª causa líder de discapacidad en años vividos. En los EEUUA el 14% de la población la refiere haber padecido en los 3 meses precedentes y es la causa más común de pérdidas de días laborales.

La migraña suele dispararse con alteraciones del sueño, ciertos alimentos y bebidas (chocolate, vino de mesa).

El 87% de los americanos consumen café diariamente, en promedio 193 mg/d, si bien es cierto puede disparar migraña, suele ser adyuvante analgésico.

En estudio prospectivo se incluyeron 101 adultos con migraña quienes completaron diario electrónico continuo y constante (cada mañana y tarde por lo menos) durante 6 semanas.

Los autores compararon la asociación con la ingesta de café y migraña en 98 individuos que completaron el estudio (86 mujeres y 12 hombres), de 35.1 años, con promedio de inicio de las cefaleas a los 16.3 años. Reportaron 825 migrañas durante 4467 días de observación.

El 20% mencionó no consumir café; 66% reportó consumo de 1-2 tazas al día y 12% 3-4; en promedio consumieron 7.9 tazas de café a la semana. El 32% negó consumir bebidas alcohólicas, 47% tomaban 1 a 3 copas a la semana y 16% 4 a 7/semana. Negó realizar ejercicio 3%, ejercicio moderado a vigoroso 1-2 veces a la semana 26%, 3-4 veces semanales 42% y casi toda la semana 25%.

Las personas que consumían o tomaban poco café (1-2/semana) más frecuentemente lo asociaron a la presentación de migraña, en mujeres pre-menopáusicas la relación con migraña fue con el empleo de anticonceptivos.

No hubo asociación de cafeína en personas que la consumían con mayor frecuencia, aunque hay que destacar que a pesar de ser excelente estimulante, puede condicionar ansiedad y molestias que pueden confundir al individuo con cefalea.

72 millones sin seguridad social; informe de Coneval 2008-2018.

En 10 años el gobierno federal ha invertido 40 mil millones de pesos en estrategias de desarrollo económico y social; en diez años, el número de pobres aumentó en dos millones 936 mil 391 personas, informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) al presentar el Balance de medición de pobreza 2008-2018.

El organismo reportó que 71.7 millones no tienen seguridad social, y que es éste uno de los retos para reducir la pobreza de manera estructural.

El número de personas vulnerables o en riesgo de caer en pobreza aumentó en cuatro millones 104 mil 609 personas, lo que implicó que pasó de 41.2 a 45.3% de la población mexicana.

La reducción en términos relativos de la pobreza, de 44.4 a 41.9 por ciento, enfatiza que de mantenerse la tendencia económica y social, a México le tomaría 175 años llevar la pobreza a cero, si se mantiene ese .24% de disminución anual.

Nabor Cruz afirmó que seis carencias sociales (educación, salud, seguridad social, calidad de vivienda, servicios básicos de vivienda y alimentación) tuvieron reducciones en el último decenio, con los casi 40 mil millones de pesos en desarrollo económico y social (165% del PIB).

En contraparte, la población “afortunada”, que no es pobre ni vulnerable de serlo, se incrementó entre 2008 y 2018, en seis millones 473 mil 262 personas, es decir aumentó de 18.7 a 21.9% de la población general.

John Scott, consejero académico del Coneval, explicó que la política económica es fundamental en la reducción de la pobreza, que habrá que incidir en “el control inflacionario por parte del Banco de México para proteger el ingreso real, tener política laboral que garantice puestos de trabajos con prestaciones y además eliminar la precariedad”.

Chiapas, Guerrero y Oaxaca se mantienen como los estados más pobres del país, con población que vive en pobreza de 76.4, 66.5 y 66.4%. Los dos primeros redujeron su pobreza 0.6 y 2%, pero Oaxaca la incrementó en 4.5%; Nuevo León, Baja California Sur y Coahuila redujeron su pobreza 6.8, 3.3 y 10.2%, que son los estados con menores niveles de pobreza (14.2, 18.1 y 22.5%, respectivamente).

En 2016, más de la mitad de la población (56% o 62 millones) no tenía acceso a seguridad social en casos de accidentes profesionales, enfermedades, jubilación, invalidez o vejez, según destacó en rueda de prensa el investigador Andrés Blancas (Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México) y enfatizó que en México actualmente 19 millones de personas no tienen acceso a servicios médicos.

Ana Patricia Sosa Ferreira, otra experta de la institución, alertó de que a final del primer trimestre de 2018, 16% de hombres y 14% de mujeres “se encontraban en condiciones críticas de empleo”, es decir, tenían condiciones laborales por las que sus ingresos por trabajar eran menores al salario mínimo, aunque trabajasen más de 35 horas semanales; “se requiere de armonía entre las políticas monetaria, fiscal, industrial y exterior, y resolver las diferencias de desarrollo regional”.

Uso médico de cannabis (Kevin P. JAMA 2019; Aug 9)

Cerca de 10% de los que usan Cannabis en los EEUUA lo hacen con fines medicinales y actualmente se permite su empleo para estos fines en 33 estados de la Unión Americana, aunque el Gobierno Federal todavía lo considera ilegal, lo que trae consigo conflictos y restricciones aún para el denominado tetrahidrocannabinol. Los cannabinoides dronabinol y nabilon se aprobaron por la FDA desde 1985, para tratar náusea y vómito asociados a quimioterapia para cáncer, además de aumentar apetito (para personas con SIDA) y desde 1992 hay formas aprobadas para el manejo de 2 tipos de epilepsia en niños (síndrome de Dravet y para el síndrome de Lennox-Gastaut). Reciente metanálisis de 91 publicaciones mostró que

cannabinoides reducen dolor en 30% más que lo que lo hace el placebo, particularmente para dolor neuropático, pero para otros tipos de dolor el riesgo beneficio pudiera ser discutible, como lo es también para espasticidad. De manera hipotética los cannabinoides pudieran tener cierta utilidad para Parkinson, estrés post-traumático, tics, algunos síndromes de ansiedad y espasticidad.

El uso de cannabinoides se asocia a alteraciones de aprendizaje, memoria, atención, juicio, coordinación y otras áreas que resultan de importancia para actividades de la vida diaria. Adicionalmente hay asociación con cannabis y desarrollo de alteraciones psiquiátricas tales como esquizofrenia, en particular en los que la consumen seguido; hay problemas en el trabajo, escuela y relaciones interpersonales en el 31% de los adultos que la emplean crónicamente. Más aún, resulta en alteraciones perinatales, con nacimientos de pre-término en 12% (vs 6% de los que no la usan).

Ante lo anterior, resulta insuficiente la evidencia de las potenciales bondades para el empleo de cannabis para uso medicinal, y a pesar de lo anterior, el Gobierno de los EEUUA acepta su empleo para 50 condiciones médicas.

Prevalencia de depresión, ansiedad y desórdenes relacionados a substancias en padres de niños con parálisis cerebral. (Barreto TM et al. Developmental Medicine & Child Neurology 2019; DOI: 10.1111/dmcn.14321 1)

La parálisis cerebral (CP) se refiere a grupo de desórdenes permanentes que afectan el desarrollo del sistema nervioso que condicionan problemas permanentes motores, posturales y funcionales; tiene prevalencia de 1.5 a 3.5 por cada 1000 niños de 7 o más años, que muestran algún grado de discapacidad, con alteraciones mentales particularmente evidentes en la adultez y sobretodo en situaciones vulnerables.

Los autores incluyen revisión de bases de datos electrónicas, con inclusión de 14 artículos seleccionados de 157 iniciales, con 1264 mamás y 105 papás de niños con CP, todos los estudios incluyeron voluntarios de quienes 95% fueron mujeres.

El 95.7% de las mamás y 83.3 % de los papás, tuvieron algún grado de depresión, además alteraciones del sueño en 70% y en general baja calidad de vida.