El Porsche 911 GT3 cumple 20 años siendo ese eslabón que une a los vehículos de competición para circuitos y aquellos destinados para rodar por las calles.
La firma de Stuttgart da un vistazo hacia atrás para rendirle homenaje a una de las variantes del 911 más respetadas en la historia y sirve como pretexto para anunciar la próxima generación del GT3.
Al igual que un Porsche 911 convencional, el GT3 ha evolucionado considerablemente en las últimas dos décadas. El GT3 original, que tomaba como base la generación 996, llegó a formar parte de la oferta para la compra de autos con un motor bóxer de 3.6 litros con 360 caballos de fuerza y 270 lb-pie de par a las ruedas traseras, administrado por una caja manual de 6 escalones.
Walter Röhrl, piloto leyenda de los rallyes, logró cronometrar con este coche una vuelta en el infierno verde en 7:56.33, números poco extraordinario en estas épocas en las que un Renault Megane RS hace 7:40, pero sí que lo era en 1999.
Los fanáticos del 911 amaban la variante GT3, sobre todo por su dualidad tanto en las calles como en las pistas. Pronto, Porsche aumentó la potencia de 360 a 381 caballos de fuerza y luego recibieron a la nueva generación en el 2006, con unos nada despreciables 415 hp.
Porsche no pudo exprimir más poder del motor de 3.6 litros, así que la generación 997 echaba mano del motor de 3.8 litros con 435 hp y 317 lb-pie de par cuando recibió una renovación.
