¿Qué hacer con los niños en vacaciones?

Cuando llegan las vacaciones, para los padres suele comenzar un problema: ¿qué hacer con los niños? Los días son muy largos, las 24 horas parecen convertirse en 48 y las vacaciones escolares duran ¡casi tres meses!

Supone un auténtico reto saber qué hacer con los niños todo este tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que hoy en día suelen trabajar los dos miembros de la pareja y que sus vacaciones son mucho más cortas que las de sus hijos.

Aunque depende de cada familia y de las edades de los niños, las soluciones más habituales son:

Tener una cuidadora que se ocupe de los hijos.
Dejarlos con los abuelos.
Buscar algún campamento de verano.

Si tenemos a los niños en casa, es difícil pensar qué actividades realizar con ellos ya que los días se hacen muy largos.

Desde que se levantan, que suele ser temprano (entre las 8 o 9 h.), hasta que se acuestan (en torno a las 21 o 22 h.) hay un número infinito de horas que deben rellenarse de acción.

Además, si hace mucho calor puede ser inviable jugar en los parques o realizar otras actividades al aire libre. Por eso, ten en cuenta estas pautas:

A los niños les suele gustar la piscina, tanto si la tienes en casa como si vais a una piscina pública cercana.

El agua les encanta y además les cansa mucho, por lo que luego aceptarán con gusto alguna actividad más tranquila como jugar con construcciones, a las cartas, a juegos de mesa, pintar o leer cuentos.

Es fácil recurrir a la televisión o a consolas de videojuegos como entretenimiento, ya que muchos niños pueden pasar horas sin dar la lata.

Sin embargo, no es bueno abusar.
Una buena opción es invitar a algún amigo del niño a casa o llevar a los hijos a casa de algún primo o compañero del colegio.

A partir de los 4 o 5 años les viene muy bien socializar y pasar algunos ratos fuera del círculo más familiar, ya que les anima a descubrir mundos nuevos y a sentirse poco a poco más autónomos.

Es importante no desesperar mientras buscamos actividades que gusten a los hijos. Es normal que algunos ratos estén más intranquilos y no nos dejen mucho tiempo de descanso pero, a fin de cuentas, son niños y también ellos necesitan sus merecidas vacaciones.

Está bien que en algunos momentos se aburran para que puedan desarrollar sus propias herramientas imaginativas y de juego.

Los niños necesitan un tiempo libre que durante el año a veces es escaso.