Dicen que la vida brinda segundas oportunidades. Hoy, a un año de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, César Ramírez busca su mejor marca para estar en la cita y vivir su ‘revancha’ tras no poder asistir a Rio 2016 por cuestiones de salud.
Un cáncer de testículo lo hizo no tomar el avión a Brasil y someterse a la quimioterapia.La detección temprana permitió que el velocista pudiera luchar y ganar una gran batalla que a la postre tuvo su recompensa: estar libre del cáncer y poder estar sano en el nacimiento de sus pequeñas gemelas, Isabella y Alejandría; así lo compartió en entrevista con MARCA Claro.
«Un mes antes de Juegos Olímpicos de Río me detectan cáncer de testículo, se me viene todo encima, el trabajo que venía haciendo alrededor de 10 años que había estado entrenando. Yo pensaba ir así, pero había mucho riesgo de que el tumor creciera más y pudiera infectarme otras partes del cuerpo, puse una balanza y era ir a los Juegos Olímpicos o seguir viviendo y opté por operarme, por tomar mis quimioterapias y creo que el proceso fue algo rápido», compartió.»
