- Antes de acceder a la universidad, es necesario prepararse adecuadamente para este nuevo desafío
Durante años esperaste este momento, por fin dejarás atrás la educación secundaria y pasarás a formar parte de un nivel superior. Lo imaginaste una y otra vez, pero la realidad con la que te encuentras cuando finalmente accedes a la universidad es muy diferente a lo que habías esperado… Tranquilo, es normal que así sea. Pero para que no te afecte tanto o directamente no te pase, existen algunos consejos que puedes seguir.
Una de las principales causas del abandono de los estudios es la imposibilidad para adaptarse a un sistema que para los jóvenes resulta completamente nuevo. La abrumadora carga de estudios; la cantidad de compañeros, docentes y espacios por conocer; y fundamentalmente el hecho de tener que compaginar la vida estudiantil con la personal e incluso la laboral, pueden ser motivo de abandono.
Tanto los gobiernos como las universidades conocen esta problemática, y si bien buscan trabajar para evitarla, muchas veces su trabajo no es suficiente para cubrir todos los casos que se generan año tras año.
Como estudiante, puedes acudir a los servicios de ayuda que seguramente ofrece tu universidad, contactar con los profesores, asesores académicos e incluso alumnos de cursos superiores para buscar ayuda. Si sientes que no te adaptas completamente, solicita ayuda antes de decidirte a abandonar la carrera.
Pero además, puedes llevar adelante ciertas acciones por tu cuenta, incluso antes de realmente acceder a una universidad.
Repasa
El volumen de información que necesitan estudiar en la universidad es realmente abrumador para muchos estudiantes. Frente a esto, no puede hacerse demasiado, pues precisamente esta etapa educativa se caracteriza por una formación superior a la recibida hasta el momento.
Lo que puedes hacer para anticiparte a esto es repasar los conocimientos adquiridos en la Educación Secundaria durante los meses previos al acceso a la universidad. No es necesario que los repases todos, puedes enfocar en los que se vinculan más con la carrera que elegiste o simplemente los que te resultaron más difíciles en su momento.
Organiza tu espacio
Los primeros trabajos y proyectos te llegarán cuando menos lo esperes. Para estar prevenido, lo mejor que puedes hacer es disponer de un espacio físico destinado especialmente al estudio: un escritorio, un espacio en tu habitación, un mueble en el que guardar los libros y cuadernos, etc.
Así, cuando llegue el momento no tendrás que solucionarlo a toda prisa y te asegurarás de tener un lugar de estudio preparado.