Ejercicios de lectura para niños en vacaciones

El niño y la niña, deben tomar la tarea de la lectura de forma divertida y atractiva, ya que, si los obligamos sin buscar su motivación, el efecto y sus consecuencias pueden producir desenlaces negativos. Es por ello, y buscando una emoción adecuada como la curiosidad y la seguridad, que el adulto debe propiciar momentos y oportunidades para fomentar la lectura.
Aquí os dejo algunas técnicas y formas divertidas para repasar la lectura, su comprensión, así como la velocidad la lectora y el silabeo:
Un ejercicio que les encanta y que además podemos hacer en familia, es ofrecerles en un papel mensajes divertidos que incluyan una orden y que la realicen, deben leerlos y después llevarlo a cabo, como, por ejemplo: “da dos saltos a la pata coja”, “da un abrazo al más alto del grupo”…
Dando la vuelta a la actividad anterior, podemos hacer un dictado de acciones, es decir, el adulto hace una acción y el niño o la niña debe escribir lo que ha visto.
Podemos, también, leer un cuento leyendo cada uno una palabra de forma alterna, así fomentamos la atención y la lectura en equipo, además de lo divertido que es por los posibles errores y despistes.
Otra forma para fomentar la lectura es leer adrede de forma silábica, como si fuéramos un robot. También les resulta divertido.
Otro juego es la frase desordenada: damos en trozos de papel las palabras que forman una frase, y el pequeño debe ordenarlas para que tenga sentido, por ejemplo: TARDE – PLAYA – NOSOTROS- LA – ESTA – VAMOS – A . (se aumenta o disminuye la complejidad con el número de palabras).
Palabra oculta: escribimos o decimos una frase omitiendo una palabra, el objetivo es adivinarla o pensar en todas las posibles palabras que pueden encajar. Como, por ejemplo: “La ……… se ha estropeado” (fruta, comida, tarde…)
Que los pequeños lean a los mayores, pero tanto el que lee y como el que escucha, deben hacerlo de forma consciente; nuestros hijos quieren nuestra presencia real, y mientras nos leen no debemos hacer otras tareas. Cuando digo lectura, puede ser el periódico o una revista, ¿verdad? Seguro que también les motiva.
Inventar frases con una palabra dada. Eso se puede hacer hasta cuándo vamos de viaje en el coche. Y aquí, podemos recurrir a palabras graciosas que sabemos les hacen reír.
Acabar frases. Igual que el anterior, podemos jugar mientras vamos de viaje con los peques o en momentos que para ellos y ellas pueden ser más aburridos, como la sala de espera de un médico (así evitamos un poco más las tabletas, yo muy poco uso le dejo a mi peque que haga).