Con estos terroristas y narcos ‘El Chapo’ podría compartir prisión

  • En caso de ser recluido en la prisión de máxima seguridad ADX Florence en Colorado, ‘El Chapo’ será ‘vecino’ de otros capos mexicanos, terroristas y criminales de gran peligrosidad

NUEVA YORK.

Aunque aún se desconoce la cárcel en la que Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán purgará la cadena perpetua a la que fue sentenciado hoy, es probable que pase el resto de su vida en la prisión de máxima seguridad ADX Florence en Colorado, junto a otros capos mexicanosterroristas y criminales de gran peligrosidad.

Esta prisión, considerada la más segura de Estados Unidos y la única con la etiqueta ‘Supermax’, fue inaugurada en 1994 y es famosa por sus estrictas reglas para los reos.

Allí están encerrados varios terroristas, incluidos miembros de Al Qaeda, otros capos mexicanos de la droga e integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Entre ellos se encuentran los narcotraficantes mexicanos Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo; Francisco Javier Arellano Félix, exjefe del Cártel de Tijuana; y Juan García Ábrego, conocido como ‘El Barón de la Droga’ y otro de los líderes históricos del Cártel del Golfo.

También están recluidos ahí Ted Kaczynski, alias ‘Unabomber’, el conspirador de los atentados del 11 de septiembre, Zacarias Moussaoui; Terry Nichols, que perpetró el atentado con bomba de 1995 en Oklahoma, Richard Reid, alias ‘Shoe Bomber’; Dzhokhar Tsarnaev, que puso una bomba en la maratón de Boston; y Ramzi Yousef, uno de los participantes en el atentado de 1993 contra el World Trade Center de Nueva York.

 

 

AISLAMIENTO PERPETUO

Todos ellos permanecen por lo general confinados durante 23 horas al día en celdas solitarias, cada una de ellas con una ventana estrecha de poco más de un metro de alto y en ángulo hacia arriba para que sólo se pueda ver el cielo.

Pueden ver la televisión en sus celdas y tener acceso a servicios religiosos, programas educativos y un almacén.

Sin embargo, se aplican restricciones especiales para garantizar que los reclusos no puedan ejercer influencia o lanzar amenazas más allá de los muros de la prisión.

Los prisioneros no pueden moverse sin escolta y se realizan recuentos al menos seis veces al día.