Verano, una gran ocasión para crear el hábito de lectura en los niños

Las vacaciones son un gran momento para ‘aburrirse’, para no hacer nada, para liberarse de la tensión y el estrés del invierno.
Los adultos tenemos que administrarnos bien los días para disfrutarlos al máximo, pero los niños tienen casi dos meses y medio por delante, tiempo suficiente para descubrir nuevas aficiones, como por ejemplo la lectura. Y es que, papás y mamás, el verano es una gran ocasión para crear el hábito de leer en niños.
Es importante que, como padres, fomentemos, fortalezcamos y creemos el hábito de la lectura en los niños, porque leer tiene múltiples beneficios:
– Aumenta el vocabulario
El niño aprenderá palabras nuevas y, además, conocerá cómo se escriben, lo que le librará de cometer faltas de ortografía.
– Desarrolla su imaginación
En las páginas de un libro o un cuento… ¡puede pasar de todo, lo mismo que ocurre en la cabeza de los más pequeños! Solo hay que darles herramientas para desarrollar más su imaginación, y los libros pueden ser una de ella.
– Favorece la concentración
Durante la lectura, el pequeño tiene que poner al servicio de los libros casi casi los cinco sentidos y, en consecuencia, entrenar la concentración, algo que le beneficiará, por ejemplo, a la hora de realizar examen.
– Mejora la memoria
Igual que hacemos gimnasia para mantener el cuerpo en forma, niños y adultos debemos entrenar nuestro cerebro para mejorar la memoria. Practicar el hábito de la lectura a diario nos facilitará nuestro objetivo.
– Tiene efecto relajante
Al ser una actividad que no requiere de movimiento y que se realiza de manera individual y en silencio, permite que el ritmo cardiaco baje y, por tanto, el chaval se relaje y esté más tranquilo. Algunos dicen que si el pequeño lee antes de irse a dormir, ¡no se despertará en toda la noche! ¿Probamos?.
Y, ahora, viene la gran pregunta: ¿Cómo crear y fortalecer el hábito de leer en los niños? Quizás no somos conscientes de ello, pero a lo largo del día se nos plantean numerosas situaciones que podemos aprovechar para sumergirnos en la lectura de una grandiosa aventura.
Muchas son propicias del verano, porque hay más tiempo, pero se pueden extrapolar a cualquier momento del año. ¡Toma nota!

– Tiempo de espera en el médico/en la estación de tren
¿Qué hacéis tu pequeño y tú cuando vais al pediatra y va con retraso o mientras esperáis el tren que os lleve al pueblo? Cierto es que podéis jugar a las adivinanzas o al veo veo, pero también puede ser una excusa perfecta para empezar a leer ese libro que le regalaste por su cumpleaños.
– Visitas a la biblioteca
Las bibliotecas también son para el verano, y es que los libros no cierran por vacaciones. ¿Por qué no aprovecháis un momento de la tarde para pasaros por una de ellas y echar un vistazo a las novedades que tienen? En algunas, además, organizan encuentros con autores. – Organiza tu club de lectura
Para que el niño se anime más a leer, ¿por qué no involucrar al resto de amiguitos? Podéis buscar un nombre creativo y montad vuestro propio club de lectura.
Cada semana, todos los niños deberán leerse el mismo título y después comentar lo que más les ha gustado.