En México sí hay recesión

Existe la costumbre de negar desde el gobierno cuando existe una crisis de cualquier tipo

En nuestro país existe la costumbre de negar desde el gobierno cuando existe una crisis de cualquier tipo ya sea de salud, de seguridad o como en este caso económica, lo que en muchas ocasiones trae consecuencias graves por no haber corregido a tiempo los efectos de estas crisis.

Desde hace más de un siglo las economías se han venido calificando por lo que hacen en sus diferentes etapas, lo que los estudiosos de la economía han llamado “ciclos económicos”.
En las economías capitalistas se toman en cuenta para las etapas de cada ciclo, factores que influyen en el desarrollo o estancamiento económico del país como el costo de la construcción, los fondos de inversión y ahorro, el ingreso per cápita, el crecimiento de la población urbana, la producción agrícola, exportaciones e importaciones, etcétera.

A los diferentes comportamientos de estos y otros renglones en diferentes etapas se les llama “ciclos económicos”, es decir los ciclos económicos son aquellas fluctuaciones que afectan a la mayoría de los procesos económicos de una comunidad determinada que puede ser una zona del mundo, un país o un solo estado. La duración de los ciclos económicos es variable, puede ser más de un año, diez o quince años.

Los ciclos económicos comúnmente durante más de cien años han sido divididos en cuatro grandes etapas a partir de una línea horizontal de equilibrio, de ahí se eleva una curva que se le denomina auge y que se caracteriza por la creación de empleos, incremento en las inversiones, incremento en el ahorro, aumento del PIB y el ingreso per cápita también aumenta y se refleja en un mayor dinamismo del mercado interno y una mayor calidad en los servicios para la población.

Pero en un momento dado se inicia una curva descendente a la que se le llama recesión y se caracteriza por disminución de empleos, baja en las inversiones, disminución del PIB, contracción del ahorro, desaceleración del mercado interno, baja en la calidad de los servicios públicos entre otras características.

Esto no sucede de una manera súbita, sino que va teniendo características como la pérdida de empleos, una suspensión del ahorro familiar y empresarial, una disminución notable del PIB, una disminución del mercado interno, una notoria baja en las exportaciones.

En concreto, una notoria desaceleración económica comparable a quien va disminuyendo la velocidad de un vehículo hasta detenerlo.

En la recesión los servicios públicos son pésimos y en muchas ocasiones no alcanzan a satisfacer a la sociedad; cuando la población económicamente activa más de la mitad no encuentra empleo y subsiste del subempleo o informalidad, estamos hablando de una recesión.