Piden proteger a campesinos en negociaciones de tratados México-EU

México no debe permitir que en la negociación de los tratados internacionales con Estados Unidos, se firme el acta que permita el inicio de un proceso de privatización y monopolización de semillas y variedades vegetales, señaló el diputado Mario Lárraga Delgado al presentar un punto de acuerdo en el pleno de la LXII Legislatura.
Exhorta respetuosamente al Senado de la República y a la Secretaría de Relaciones Exteriores, para que en el ámbito de sus respectivas competencias y en ejercicio de sus atribuciones, garanticen que la adhesión del Estado Mexicano al T-MEC y cualquier otro Tratado, Acuerdo o Convenio Internacional mantendrá el privilegio del agricultor de usar su propia semilla y el derecho del fitomejorador, además de permitir el intercambio milenario de semillas y la derivación esencial.
También exhortó a los diputados federales de la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados a hacer un profundo análisis y por consecuencia desechar la iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley Federal de Variedades Vegetales presentada por el diputado Eraclio Rodríguez Gómez en sesión del pasado martes 19 de Febrero del año 2019 y que fuera turnada a la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria.
“La redacción de la iniciativa en cuestión limita el uso e intercambio de semillas por parte de agricultores, como ha sucedido de manera milenaria, afecta directamente la diversidad genética y extiende los derechos de las semillas patentadas incluso a los productos que genera, además de que si se contaminan los maíces nativos por híbridos patentados, los genes que tendrían los maíces nativos otorgarían el derecho de propiedad a los dueños de las patentes”, explicó.
Lárraga Delgado señaló que “en la historia de la humanidad y sus civilizaciones, la domesticación y manejo de semillas han sido fundamentales para la agricultura, actividad que ofrece alimento al campo y que permite el sostenimiento de las ciudades y centros de población. Por su importancia, la agricultura milenaria ha desarrollado técnicas de reproducción, mejoramiento, cruzamiento, selección, conservación, traslado y uso colectivo”.
“Antes del neoliberalismo, México era reconocido como gran exportador de granos: frijol, cacao, y por supuesto el maíz, con el inicio del neoliberalismo en México, el campo se dejó en el olvido y las políticas económicas del país han favorecido a las grandes empresas trasnacionales agrícolas comerciales. A partir del inicio del siglo XXI, los cultivos transgénicos tomaron prioridad sobre las semillas desarrolladas y cultivadas por los propios campesinos, quienes han afrontado una dura batalla contra los granos transgénicos generados por empresas extranjeras”, expuso el legislador.
Reiteró que “existe una amenaza para el maíz y todas las semillas alimenticias, silvestres y medicinales que se cultivan en el Estado de México, y en el país: la nueva versión del Tratado de Libre Comercio (ahora Tratado-México-Estados Unidos-Canadá), en el que se obliga a México a entrar en el convenio de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) 91, que es una ley en la que prácticamente despoja de la riqueza ancestral a los campesinos y a los mexicanos para que las empresas transnacionales se adueñen y privaticen la diversidad genética del país”.
“La UPOV 91 generará un monopolio sobre las variedades vegetales y semillas protegidas, lo que representa un riesgo para los campesinos, indígenas y pequeños productores quienes no podrán trabajar las semillas y variedades que han desarrollado con el conocimiento ancestral, y si lo hacen serán criminalizados”, puntualizó.