- Quienes han fomentado la división en la región de la Sierra y de la Selva de Chiapas han sido los gobiernos federales en turno, señala
Si en verdad López Obrador desea tener un acercamiento con el EZLN, lo primero que debe de hacer es terminar con la guerra de baja intensidad, su militarismo y su paramilitarismo en las comunidades zapatistas, afirmó Raymundo Cabrera, integrante de una Red de Rebeldía y Resistencia en apoyo al Concejo Indígena de Gobierno, quien señaló que quienes han fomentado la división en la región de la Sierra y de la Selva de Chiapas han sido los gobiernos federales en turno, resaltando que el gobierno que ahora él encabeza no es precisamente la excepción.
Raymundo Cabrera opinó que el hecho de que López Obrador haya visitado un par de veces el territorio zapatista no implica que por eso conozca la realidad cotidiana que sufren día con día las comunidades indígenas, mucho menos esta vez en que se mantuvo resguardado por elementos del ejército federal.
En cuanto al comentario del presidente de la república, quien expresó que solo existen dos formas para cambiar la realidad de nuestro país, siendo la primera a través de las armas y en contra del gobierno, y que la segunda es participando en elecciones, pareciera que le insinúa al EZLN o que se convierta en partido político o que realice algún tipo de coalición con alguno de los que ya existen, lo cual es la más grande muestra de el “señor presidente” no entiende absolutamente nada de lo que significa el proyecto zapatista.
Refirió que el movimiento zapatista representa una tercera opción ya que desde hace mucho tiempo no han realizado acciones armadas ni tampoco han manifestado su deseo de convertirse en un partido político, ya que su línea de acción es la construcción de la autonomía a través de la consolidación de sus propios proyectos de educación, salud y proyectos productivos, así como el ejercicio del autogobierno mediante la designación de sus propias autoridades