Denuncian por acoso a edil de Miahuatlán, Puebla; presunta víctima fue despedida

Ella, una destacada trabajadora del DIF que entregaba su vida a los niños, hasta que un degenerado, gordo y feo, llamado, Héctor Gutiérrez, alcalde de San José Miahuatlán, le dio un curso intensivo de perversión… O, al menos eso es lo que más o menos quedó asentado en la denuncia interpuesta en contra del susodicho alcalde, la cual ya está siendo investigada por la agencia del Ministerio Público del fuero común.

Según lo reportado por La Jornada de Oriente, el alcalde aceptó que se había pasado de lanza con la trabajadora del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia municipal (DIF), incluso se ofreció a dar las respectivas disculpas públicas por sus cochinotes arranques… sin embargo, en lugar de eso, la presunta víctima acabó sin chamba. A los dos días de confrontar a Gutiérrez y que éste le garantizó que no habría represalias en su contra, fue dada de baja.

Será porque no tenemos dinero o no somos nada, piensa él que no ha pasado eso, ¿qué la Fiscalía que necesita? necesita que esto vaya a Puebla, porque él es un funcionario público, él la tocó, la manoseó, la besó y el mismo lo dijo, lo aceptó”, señaló para Televisa Puebla la madre de la víctima.

La mujer, cuyo nombre se mantiene en anonimato, fue contratada por el DIF para hacerse cargo de los alimentos que dicha instancia ofrece. Y, a pesar de que su jefe directo no era el alcalde de Miahuatlán, éste comenzó a requerir su presencia de formas que fueron elevando su nivel de acoso. Cabe mencionar que según lo reportado, la empleada siempre rechazó las propuestas del susodicho… pero el edil siempre estuvo duro y dale.

La primera intentona de tocamiento ocurrió el 25 de abril, cuando con pretexto de sumarla a las campañas en curso, el edil de Miahuatlán se llevó a la chica a un mitin en Ajalpan. Ahí, el político no dejó que la mujer se retirara temprano, ofreciéndose a llevarla. Y, ya que no había transporte público por lo tarde que era, ella aceptó el aventón. Como era de esperarse, Gutiérrez aplicó la ñera: mientras viajaban en el vehículo, intentó abrazar a la empleada, pero ésta lo paró en seco.

Ya que el truco del abrazo no funcionó, el alcalde optó por sacar la cartera: en un restaurante, le propuso echar pasión… él pagaba. Podía darle una casa, manutención de su hijo, etc. Nuevamente la mujer rechazó la propuesta.

Todavía hubo un tercer intento, pero la presunta víctima ya ni siquiera acudió al llamado del alcalde, señalando que las actividades a las que era convocada por Gutiérrez no formaban parte de su trabajo. Esto le valió dos días de suspensión, pero también la oportunidad de contarle a su familia lo que el edil de Miahuatlán pretendía con ella.

En fin, fue el pasado 22 de junio cuando la mujer encaró al alcalde y pasó lo que al principio contamos: él aceptó que se había pasado de cochinote, ofreció dar una disculpa pública y garantizó que no habría represalias… pero cuál. Ahora la mujer se quedó sin trabajo y a ver qué pasa con la denuncia por acoso sexual. Ah, por cierto, el alcalde de Miahuatlán, Puebla, pertenece al PRI.