Ella ha significado todo para mí desde un punto de vista mental, el mundo necesita más personas como ella», fueron las palabras de Gary Woodland para referirse a Amy Bockerstette, una joven con síndrome de Down a la que le gusta jugar al golf y que vivió nerviosa por televisión junto a sus padres la última jornada del US Open. Woodland y Amy se hicieron amigos durante el Phoenix Open de este año gracias a un encuentro organizado por Special Olympics y PGA Tour.