Dicho esto, podemos concluir que el universo cinematográfico de Marvel es realmente complejo. Por una parte, está lleno de pequeños detalles que parecen fascinantes y nos ayudan a entender mejor a sus héroes, y por otra, tiene tantos huecos y cabos sueltos que nos dejan todavía más confundidos que cuando empezamos. No es perfecto, pero tampoco es terrible.