Tres deportes para los que odian correr

Caminar:Sin duda, se trata de la alternativa más habitual para quienes no acaban de sucumbir a los encantos del running. Salir a andar reduce la presión arterial y el colesterol, contribuye a controlar el peso corporal y ayuda a regular las cifras de glucosa en sangre.

Asimismo, las caminatas habituales ayudan a tonificar la musculatura y a fortalecer los huesos sin impacto excesivo, lo que concede a esta actividad un extra de seguridad para el sistema locomotor.

Bailar:El baile redunda en beneficios cardiovasculares, trabaja la flexibilidad, la coordinación y repercute en una mayor agilidad y en una mejoría de la postura. Asimismo, el baile representa una oportunidad perfecta para desconectar de la tensión y los problemas del día a día, ya que seguir los pasos de las diferentes coreografías requiere una especial concentración en lo que se está haciendo.

Nadar:La natación sigue reivindicando su etiqueta de ser “el deporte más completo” y razones no le faltan. Nadando se trabajan todos los musculos.