Cómo educar a los hijos rebeldes

  • La mayoría de los niños desafían a sus padres. Esto forma parte del crecimiento y es una manera de probar las pautas y expectativas

El comportamiento rebelde forma parte del proceso de desarrollo en niños y adolescentes sanos. A medida que un niño crece y madura aumenta su deseo de controlar su entorno y autonomía, dando lugar en algunos casos a una lucha de poder. Esta lucha puede crear una brecha entre la relación padre e hijo. Muchos padres tienden a pensar que ser duros y estrictos es la mejor forma de acabar con el comportamiento rebelde, pero podría hacer que tu hijo se rebele aún más contra las normas estrictas.
Consejos para educar a hijos rebeldes
Identifica el motivo por el que tu hijo se rebela y qué tipo de desobediencia es
algunas veces en los niños más pequeños, las conductas desobedientes son simples caprichos infantiles. En estos casos, tu hijo pequeño solo está tratando de probar sus límites, observar hasta dónde puede llegar, es decir, sería una forma de explorar. La rebeldía intencional se da con más frecuencia en niños mayores y adolescentes que se esfuerzan por rebelarse contra ti. Las conductas rebeldes intencionales deben tomarse más en serio ya que en el caso de la rebeldía infantil es más un aspecto del desarrollo.
Evita interpretar el comportamiento como algo personal
Recuerda que cuando tu hijo se rebela suele buscar una reacción. Gritarle, no responderle, enfadarse o perder la calma no son las reacciones más adecuadas, solo le demuestran a tu hijo que expresarse de forma agresiva está bien y corres el riesgo de empeorar la situación convirtiéndola en una lucha de poder. Trata de mantener la calma y de ver la situación como lo haría una persona externa, como si no estuvieses implicado. Es importante saber cómo educar a un hijo sin gritos.
No intentes proteger a tu hijo de las consecuencias naturales de su comportamiento desobediente
Por ejemplo, si responde mal a sus profesores o falta a alguna clase sin permiso, en vez de tratar de suavizar la situación, mantente al margen y deja que tu hijo experimente las consecuencias (suspenso, amonestación…).
Sé razonable
El castigo se debe ajustar a la conducta que se pretende castigar, así como las expectativas de cambio por parte de los padres. Elige reglas y consecuencias razonables para cada una de las reglas en caso de que se incumplan y trata de ser coherente en la aplicación de la disciplina y las consecuencias.
Niños contestones y desobedientes: causas
Algunas posibles causas de la desobediencia de tu hijo son:
Negar la existencia de autoridad
Un niño puede usar la desobediencia para ejercer su autonomía o independencia. Por ejemplo, un niño pequeño podría manifestarlo preguntando a todo ¿Por qué?. Mientras un niño mayor puede contradecir todo lo que le dicen sus padres y un adolescente no sigue las normas o hace todo lo contrario a lo que le dicen.
Probar límites
A medida que el niño va creciendo va adquiriendo habilidades para ir poner a prueba los límites establecidos y así comprobar hasta dónde puede llegar realmente. Por ejemplo, un niño puede negarse a ir a la cama a dormir a la hora habitual para ver hasta que hora le dejan sus padres estar despierto, si les presiona.
Desarrollo cerebral
A medida que el cerebro se desarrolla cognitivamente, se vuelve más complejo dando al joven la capacidad de razonar y pensar.