Tres de cada cinco niños son víctimas de violencia en SLP

  • Quemaduras, agresiones física y verbales son sólo algunas de las formas en que se atenta contra su integridad

Quemaduras, agresiones físicas o verbales, o el denominado síndrome de Niño Sacudido, son algunas de las formas de violentación que con más frecuencia sufren los menores de edad. Además, las cifras son alarmantes pues 3 de cada 5 menores, reciben algún tipo de agresión en mayor o menor proporción.

Lo anterior lo dio a conocer Martha Orta Rodríguez, directora general del Sistema Estatal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, quien destacó que en San Luis Potosí es donde están contabilizados alrededor de 750 mil menores de edad, que es una cifra que equivaldría a que una tercera parte de ellos, han sido violentados.

De igual forma, señaló que «Por eso es tan preocupante, alarmante, hemos visto que las peores historias de violaciones a los derechos e integridad de los menores, se escriben en sus propios hogares, y da más tristeza, porque se supone que es ahí donde deberían estar más seguros», acotó.

Más adelante, Martha Orta directora general del Sistema Estatal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, explicó que desde expresiones verbales que vulneran la autoestima de los menores, ya constituye una agresión en contra de ellos. “O el caso de las jovencitas que quedan embarazadas y que en varias ocasiones, los responsables son familiares directos”, agregó.

La funcionaria estatal, señaló que debido a esas incidencias, es por lo que debe fortalecerse la prevención y cuidado de integridad y derechos de los menores de edad. “Otro de los casos que han detectado y que motivó la generación de política pública, es evitar que los menores en situación de migración, sean utilizados para transportar estupefacientes o droga, a otras localidades”, advirtió.

Enfatizó que para eso hemos activado un plan llamado Corredor Seguro, el arranque será en Villa de Reyes en unos días más, con ese objetivo de evitar que los menores de edad, sean utilizados de una forma indebida por sus padres o familiares.