A regañadientes, Miguel Cabrera aceptó el rol de bateador designado de tiempo completo con los Tigres de Detroit, una medida con la cual se intenta evitar que el venezolano se pierda una segunda temporada consecutiva por lesiones.
El veterano jugador de cuadro sólo participó en 38 duelos en 2018 debido a una ruptura del tendón del bíceps. Esta campaña, está lidiando con molestias crónicas en la rodilla derecha.
Los doctores consideraron operarlo de la rodilla, pero decidieron observar cómo responde a una rutina sin responsabilidades defensivas.
“Es triste”, dijo ayer Cabrera. “Me gusta estar en el terreno”.
No obstante, añadió que no tener que someterse a la cirugía constituye “realmente una buena noticia”.
Si la rodilla de Cabrera mejora, podría ayudar a revivir una de las peores ofensivas del beisbol. Necesita la rodilla para estar sano y batear la pelota, algo que se le ha dificultado toda la temporada. Cabrera batea para .293 en 55 juegos, pero tiene tres jonrones y el peor porcentaje de slugging de su carrera con .356.
“He estado lidiando con esto durante dos meses, y simplemente tengo que seguir con las molestias y el dolor”, aseguró. “Mi objetivo es salir y hacer mi trabajo”.
Cabrera ganó la Triple Corona en 2012 y ganó premios consecutivos de MVP de la Liga Americana en 2012 y 2013.
