- Aseguran que la falta de conservación ha provocado estragos importantes
Solamente basta con una lluvia para que en nuestra ciudad se presenten serios problemas viales a causa de las inundaciones, y esto es en gran parte debido a los proyectos inmobiliarios que han ocupado zonas que deberían de haber sido conservadas libres de construcciones a fin de que funcionarán como áreas de captación pluvial y por lo tanto de recarga para los mantos freáticos.
De acuerdo al ejidatario de la Garita de Jalisco, Héctor Leyva, cuando a la empresa “Desarrollo del Pedregal” se le autorizó el cambio de uso de suelo de 737 hectáreas, dentro de esa área se definieron 200 hectáreas como área ecológica, a fin de evitar inundaciones por el cambio y alteración de las corrientes de agua, bajo este argumento se establecía que en esa zona se podría urbanizar y que con esa área la ciudad quedaría protegida de las inundaciones.
Sin embargo, según comento Héctor Leyva, con los años y a través de acuerdos entre empresarios y gobiernos municipales panistas, dicho polígono desapareció como reserva ecológica y área de contención de las descargas pluviales, ya que termino siendo urbanizada.
De acuerdo al ejidatario, quien es uno de los pocos que no se dejó seducir por el espejismo inmobiliario, existe un manifiesto de impacto ambiental elaborado para “Desarrollo del Pedregal” en abril de 1998 por el académico Ramón Ortiz Aguirre, mismo que también fue usado para destruir el área límite de la Sierra de San Miguelito, y el cual maneja exactamente el mismo discurso que hoy recicla el grupo inmobiliario “Reserva” en contra de la Comunidad de San Juan de Guadalupe y sus anexos Tierra Blanca y San Miguelito, en complicidad de sus aliados del poder político.