Consejos para ser un buen padre y educar bien

Criar a un hijo nunca es fácil. Ser padre supone tener en cuenta una gran cantidad de aspectos que pueden afectar a cómo nuestra progenie puede llegar a desarrollarse.

Si bien la mayor parte de los padres lo hacen lo mejor que pueden y en la mayoría de los casos lo acaban haciendo bien, resulta frecuente encontrar personas con dudas sobre qué deben hacer para ejercer su papel de la mejor forma posible.

Educar bien: un reto para padres en apuros
Dicho de otra manera, no es raro preguntarse qué hacer para ser un buen padre (o madre). Por ello, en este artículo puedes encontrar una serie de consejos para ser buen padre y proporcionar un entorno estimulante y favorecer de un correcto desarrollo físico y mental.

1. Comunícate y escucha a tus hijos
Los niños necesitan que se manifieste interés por ellos, necesitan sentirse importantes para sus seres queridos. Escuchar qué tienen que decir, sus vivencias y preocupaciones, implica que nos preocupamos e interesamos por ellos.

Asimismo, el adulto debe compartir también sus pensamientos y emociones de manera que se manifieste confianza y se permita un vínculo estrecho. Es muy importante hablar con los hijos y no a los hijos.

2. Comparte y pasa tiempo con ellos
La presencia o ausencia de una figura parental concreta es un factor muy influyente en el desarrollo de un niño o niña.
Aún si por aspectos laborales no es posible un contacto continuado, el tiempo que se pasa con los hijos debe ser enriquecedor y activo de manera que se viva como algo motivador e ilusionante. Habla, lee, juega, enséñales cosas o haz excursiones con ellos.
3. Da ejemplo
Es sencillo decirle a alguien lo que debe hacer, pero lo que se termina aprendiendo es lo que vemos hacer a los demás. Nuestros hijos imitarán el comportamiento que observen en el hogar. Debemos hacer que nuestro discurso y nuestros actos vayan de la mano con el fin de que el niño aprenda en base a la coherencia. Asimismo, actividades como realizar las tareas del hogar, leer o hacer deportes son llevados a cabo con facilidad si el niño observa que sus figuras de referencia suelen llevarlas a cabo.

4. Demuestra afecto
Se ha demostrado que el hecho de que ambos progenitores lleven a cabo muestras de cariño con sus hijos mejora el nivel de felicidad y autoestima de éstos últimos. Manifestar tu cariño y afecto por tus hijos de forma directa es algo esencial. Provoca que los niños se sientan aceptados y queridos.
Se trata de hacerles ver que se les quiere de forma incondicional. También aprenden a mostrar afecto hacia los demás y que dicha expresión no resulta inadecuada o vergonzosa.

5. Establece
límites
Es imprescindible que el niño tenga unos límites marcados (si bien flexibles), de cara a saber qué hacer y hasta dónde pueden llegar. Ser excesivamente permisivo hará que no tenga un patrón por el cual guiar su conducta.

6. No le compares con otros
Realizar comparaciones con otras personas puede hacer pensar el niño que él no es suficientemente bueno o que es apreciado o debe apreciarse a sí mismo en función de lo que los demás tengan o hagan.