La Audiencia Nacional de España investiga si el dinero de los sobornos que realizó la constructora OHL para conseguir contratos públicos procedió de sus filiales en México, Constructora de Proyectos Viales y OHL sucursal México.
Durante la investigación del denominado caso Lezo, sobre corrupción en el gobierno de la Comunidad de Madrid cuando Ignacio González ocupó cargos de responsabilidad (vicepresidente entre 2003 y 2012, y luego presidente, hasta 2015), la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil halló un documento que acredita el soborno de OHL a González por la concesión de la obra de una línea férrea en Navalcarnero, según reportes de periodistas españoles.
Se trata del pago de dos millones 500 mil euros que la constructora habría entregado a González, para lograr esa concesión pública.
Hasta ahora, OHL había justificado ese dinero como el pago por servicios a sus filiales mexicanas (OHL construyó un tramo del Circuito Exterior Mexiquense).
Sin embargo, Adolfo Soto, exdirectivo de la filial mexicana de OHL, admitió que Felicísimo Ramos, un alto cargo de la constructora, le ordenó enviar desde México a Suiza el dinero “sin ninguna explicación ni justificación”. El dinero de la mordida fue a parar a una cuenta a nombre del español Adrián de la Joya, que ha admitido que actuó como prestanombres del expresidente González.