Van 13 comunicadores asesinados en el sexenio; 5 de ellos eran indígenas

  • La violencia contra periodistas en el joven sexenio de Andrés Manuel López Obrador sigue siendo igual de preocupante. Según el registro del colectivo Reporteras en Guardia, en estos primeros seis meses de cuatroté, han sido asesinados 13 comunicadores.

Además, el reclamo no termina ahí: cinco de las víctimas eran indígenas y de ellos, cuatro ni siquiera han sido reconocidos como periodistas por el gobierno de AMLO.

Por ejemplo, el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, sí condenó públicamente el asesinato de Telésforo Santiago Enríquez, fundador de una radio comunitaria en San Agustín Loxicha, Oaxaca. Sin embargo, las autoridades omitieron el reconocimiento de Samir Flores Soberanes, fundador y locutor de la radio Amiltzinko en Morelos; José Lucio Bartolo Faustino y Modesto Verales Sebastián, integrantes de Radio Zapata en Chilapa, Guerrero y el homicidio de Gustavo Cruz Mendoza, colaborador de la radio móvil Radio Guetza.

Además, aunque no era indígena, también suman la labor de Rafael Murúa Manríquez, director de la estación comunitaria Radiokashana en Baja California Sur.

Las integrantes de Reporteras en Guardia recuerdan que, aunque no todos los homicidios de comunicadores han sido al momento de realizar su profesión, sus muertes sí nos reflejan algo más de la situación actual mexicana. No todos los casos de nuestro registro tienen que ver con ataques a la libertad de expresión, pero son representativos de las distintas violencias a las que nos enfrentamos en este país: delincuencial, del aparato de Estado, de género o racial. Todas estas violencias tienen un efecto expansivo que golpea nuestro ejercicio periodístico y trunca el derecho a la información de la sociedad mexicana”, explican.

Reporteras en Guardia presentó la segunda parte del proyecto mataranadie.com, un memorial sobre la violencia que viven los comunicadores en nuestro país. Presentando las publicaciones de Samir Floresobre las amenazas al medio ambiente de la termoeléctrica de Huexca —y decenas de casos más— , este centenar de mujeres profesionales encaran la situación mexicana