Como si no hubiera pasado el tiempo. Roger Federer, a pesar de llevar cuatro años sin pisar la Philippe Chatrier de Roland Garros en un partido oficial, recordó su mejor versión en tierra para dar buena cuenta de Lorenzo Sonego en su estreno con un tanteo de 6-2, 6-4 y 6-4.
El italiano, 73 de la ATP, fue un invitado de piedra en el regreso del suizo al segundo ‘Grand Slam’ del calendario. Con el único rodaje de Madrid y Roma, donde acumuló cinco partidos en sus piernas, Federer salió con un doble objetivo: ganar y hacerlo por la vía rápida porque sus opciones de ir avanzando en el Abierto, a sus 37 años, pasan por duelos cómodo.
Amenaza lluvia pero finalmente no cayó. El campeón de 20 grandes no cedía en el debut en un ‘major’ desde Roland Garros en la edición de 2003 cuando fue sorprendido por el peruano Luis Horna. El polvo de ladrillo nunca fue su superficie favorita pero pisarla era el peaje para mantenerse en forma para la hierba de Wimbledon.
La central de los Internacionales de Francia se vistió de gala para ver por primera vez al tenista de Basilea con ropa Uniqlo. Los aficionados presenciaron su triunfo número 66 en el Bois de Boulogne. Es el segundo en el ranking de partidos ganados sólo por detrás de Rafael Nadal con 86. La tercera posición histórica la ocupa Novak Djokovic, con 63.
