- La mayor erupción volcánica en los últimos 5.000 años ocurrió en el volcán argentino de Cerro Blanco, en los Andes centrales, según una investigación llevada a cabo por vulcanólogos españoles y argentinos.
El trabajo, cuyo primer autor es el vulcanólogo José Luis Fernández Turiel, investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTAJ-CSIC), ha determinado que la erupción, ocurrida hace 4.200 años, cubrió de ceniza buena parte de Argentina y fue comparable por el volumen de material expulsado al de la isla de Santorini y el doble que la del volcán Tambora. El complejo volcánico de Cerro Blanco, situado en el extremo sur del altiplano andino, eyectó un volumen de roca que, según el trabajo, lo sitúa entre las erupciones más grandes ocurridas durante el Holoceno (los últimos 11.700 años). En el trabajo, que publica la revista ‘Estudios Geológicos’, ha participado la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca del CSIC en España, así como, la Universidad Nacional de Mar del Plata, la Universidad Nacional de Tucumán y la Universidad de Buenos Aires. El estudio ha determinado que el Complejo Volcánico de Cerro Blanco, ubicado en la provincia argentina de Catamarca, fue la fuente de unos extensos depósitos de ceniza volcánica, aún reconocibles en una amplia zona del altiplano Andino, de los cuales se conocía su existencia, pero no su origen. Los investigadores estudiaron 62 afloramientos de la zona y recogieron más de 230 muestras de cenizas durante diferentes campañas, y para poder determinar su origen, las muestras fueron analizadas y caracterizadas mediante diferentes técnicas petrológicas y geoquímicas. Hemos podido confirmar que la erupción ocurrida en Cerro Blanco fue la que generó esos grandes depósitos de ceniza holocenos que cubren una gran área de la Puna y zonas vecinas del noroeste de Argentina», ha explicado Fernández Turiel. Por los restos vegetales en los sedimentos adyacentes a las capas de ceniza estudiadas, los investigadores han determinado mediante carbono 14 que la erupción tuvo lugar hace 4.200 años. Mediante simulaciones digitales, también han reconstruido como fue el transporte y la caída de la ceniza. Según el estudio, la erupción de Cerro Blanco fue de carácter explosivo y de una magnitud tal que las cenizas quedaron esparcidas en un área de unos 500.000 kilómetros cuadrados.De hecho, se han encontrado cenizas procedentes de esta erupción a 400 kilómetros de distancia del volcán, cerca de la población de Santiago del Estero. El contexto geodinámico de la zona determina que sean unas erupciones muy explosivas. Son erupciones de magma riolítico, con mucha sílice y un muy alto contenido en gases», ha detallado Francisco José Pérez Torrado, del Instituto de Estudios Ambientales y Recursos Naturales de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (IUNAT-GEOVOL).Según Pérez Torrado, «la erupción no fue anular, siguiendo el borde de la caldera, sino que se concentró en un punto de este borde, fue de carácter explosivo y creó una columna eruptiva muy alta, de casi 32 kilómetros de altura, según nuestras simulaciones». Los vulcanólogos han precisado que la erupción de Cerro Blanco fue similar a la ocurrida en la isla de Santorini, que supuso el fin de la civilización Minoica y con un volumen de magma que dobla a la erupción del volcán Tambora de 1815, un evento al que se atribuye un enfriamiento de las temperaturas globales.