El cambio de velocidad será decisivo para Kershaw

Han pasado diez años, tres equipos y un cambio de carrera; sin embargo, Brad Ausmus recuerda el partido: fue el 27 de mayo de 2010, jugando como visitante ante los Florida Marlins. Clayton Kershaw llevaba siete innings sin permitir hits esa noche; pero fue la forma cómo lo mantenía (con un cambio de velocidad, el pitcheo que le ha causado problemas durante toda su carrera) que lo hizo tan memorable.

Rick Honeycutt, ahora con 14 años en su haber como coach de pitcheo de Los Angeles Dodgers, recuerda que Kershaw envió 17 cambios en esa apertura. El sistema PITCHf/x identificó 11, un total robusto, a pesar de todo. Cinco de estos lanzamientos generaron swings fallidos y ninguno resultó en hits.

Fue un promedio exitoso que nunca se repitió.

No pasó mucho tiempo hasta que Kershaw desarrolló un slider devastador que combinó con su recta y curva, un legítimo tercer pitcheo que ayudó a convertirlo en todo un dínamo. El cambio de velocidad quedó relegado, en parte debido al hecho que Kershaw no podía dominarlo y en parte, porque no lo necesitaba. Frecuentemente, jugaba con él, usualmente durante la primavera para luego olvidarlo a medida que transcurrían las temporadas. Durante los últimos cinco años, hizo su aparición en menos del 1 por ciento de las ocasiones.

«No vas a aprender algo nuevo hasta que tengas que hacerlo», dijo Kershaw. «Se trata de adaptarse o morir. No sé si necesito aprender un buen cambio de velocidad y no sé si necesito tener suficiente confianza para lanzarlo aún. Pero si llego a tenerla, lo haré».

El presidente de operaciones de béisbol de los Dodgers Andrew Friedman ha indicado de forma reiterada, medio en broma, que la segunda mitad de la carrera de Kershaw consistirá en que el lanzador dependerá de su cambio de velocidad para dominar a los bateadores contrarios. Es la forma que tiene Friedman de decir que Kershaw siempre conseguirá una manera, independientemente de que el poderío de su repertorio decaiga; pero literalmente, esta frase podría contener mucho de verdad.

A medida que disminuye la velocidad de su recta y su slider pierde rompimiento, Kershaw podría necesitar pronto de su cambio como un pitcheo que lo ayude a superar a los bateadores diestros y que logre tener armas distintas en su mano. Los Dodgers, que volverán a recibir a Kershaw e incluirlo en su rotación como abridor del lunes contra los Cincinnati Reds, no cree que haya llegado aún a ese nivel, incluso después de una primavera en la cual se vio afectado por una inflamación en el hombro. El manager de los Dodgers, Dave Robertsm mencionó la capacidad de Kershaw de ubicar bien su recta, slider y curva, agregando que «la forma en la cual es capaz de montar su secuencia es suficiente para que Clayton sea el pitcher de élite que es». Igualmente, Roberts hizo referencia a cómo Kershaw está comenzando a trabajar la esquina de afuera contra toleteros diestros, estrategia que utilizó con mayor frecuencia en la pasada temporada.

Honeycutt simplemente aspira que una mejor salud ayude a restaurar el nivel natural del brazo de Kershaw, para así poder lanzar su recta y slider de forma más efectiva.

«Aún siento que él cuenta con mejor armamento», afirma Honeycutt, «un mejor dominio de los pitcheos que está lanzando actualmente».

Honeycutt dependió fuertemente de las sinkers durante una carrera como pitcher de 12 temporadas de duración en las Mayores. Lanzaba los pitcheos con pronación natural en el movimiento de su brazo, lo cual facilitaba la ejecución de cambios. Kershaw, explica Honeycutt, hace sus envíos desde un punto de liberación alto y con cierto giro, dificultándole así producir el movimiento a un lado que genera óptimos cambios de velocidad. Kershaw utilizó el cambio de velocidad como su tercer pitcheo durante la mayor parte de sus primeras tres temporadas, pero nunca se sintió del todo bien.

«Creo que fue la consistencia de su cambio de velocidad lo que le afectó, más que el cambio de velocidad en sí», dijo Ausmus, el veterano receptor que ahora funge como manager de Los Angeles Angels. «Tuvo la habilidad de lanzar un buen cambio de velocidad, pero no podía lanzar un buen cambio de velocidad de manera consistente».

Entre 2011 y 2015, Kershaw acumuló tres premios Cy Young de la Liga Nacional, además de un reconocimiento como Jugador Más Valioso. Ganó 88 partidos, con efectividad de 2.11, promedio de 226 innings y acumuló valor de 37.6 triunfos sobre reemplazo (WAR) según la fórmula de FanGraphs, muy por encima de cualquier otro lanzador. El nivel de éxito se mantuvo con el tiempo; sin embargo, la salud de Kershaw comenzó a abandonarle: durante cada una de las tres temporadas posteriores debió pasar cierto tiempo en la lista de lesionados debido a problemas en su espalda.

Su efectividad (2.26), WHIP (0.91) y promedio entre ponches y boletos (7.56) se ubicaron entre los tres mejores de todo el béisbol entre 2016 y 2018; a pesar de ello, la disminución de su velocidad, la cual se exacerbó durante la temporada pasada, fue una señal de problemas en el futuro inmediato. Kershaw firmó una extensión por tres años y $93 millones cinco días después de la conclusión de la Serie Mundial 2018.