El hongo emergente ‘Candida auris’ amenaza seriamente la salud al registrarse en 32 países

  • Hasta ahora se desconoce la causa por la que ‘Candida auris’ ha aparecido recientemente en locaciones tan diferentes, sumando casos en distintos continentes.

El ‘Candida auris’ es un hongo emergente que representa una grave amenaza para la salud mundial y ha puesto en alerta a la comunidad médica de todo el planeta, pues apenas está siendo estudiado y no se logran identificar aún con precisión las causas de su aparición ni su tratamiento.

Un estimado de la incidencia anual global de las infecciones producidas por este hongo sugiere alrededor de 400.000 casos, con hasta un 40 % de mortalidad hospitalaria con base en información del Consejo de Estado y Epidemiólogos Territoriales (CSTE), de EE.UU.

Al entrar al torrente sanguíneo, el ‘Candida auris’ puede causar infecciones peligrosas que ponen en riesgo la vida. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC), casi la mitad de los pacientes que lo contraen fallecen en 90 días.

«El verdadero número de casos de infecciones hematológicas producidas por ‘Candida auris’ se desconoce ante la escasez de datos en todo el mundo. Es importante el reconocimiento de su diversidad porque algunas especies del género ‘Candida’ son levaduras que producen infecciones invasivas», refiere la doctora Claudia Cázares Núñez, residente de medicina interna en el Hospital General Tacuba, en Ciudad de México, quien ha escrito uno de los pocos documentos que existen en México respecto al hongo.

El ‘Candida auris’ es una levadura multirresistente emergente de reciente aparición, cuya primera identificación se realizó en 2009 al aislarse del conducto auditivo de un paciente en Japón, señala el primer reporte de infección por este hongo, que se realizó en 2011 en Corea del Sur.

Desde entonces, se ha descubierto que el ‘Candida auris’ suele ser resistente a los fármacos antimicóticos que se usan para tratar este tipo de infecciones «debido a su alta mortalidad y concentraciones mínimas inhibitorias elevadas ante agentes antifúngicos de primera línea, lo que implica limitación de opciones terapéuticas y, además, resistencia a los desinfectantes comunes», apunta un informe publicado en el Journal of Clinical Microbiology.

Se ha encontrado que el 90 % de las infecciones por ‘Candida auris’ son resistentes a por lo menos un fármaco antimicótico, mientras que el 30 % son resistentes a dos o más de los principales antimicóticos, destacan los CDC.

Al respecto, Cázares Núñez subraya que se requiere de métodos de identificación más actuales, pues puede clasificarse erróneamente como otra levadura al basarse en métodos diagnósticos bioquímicos tradicionales por su similitud con otras especies de ‘Candida’.

Por qué es preocupante

  • A menudo es resistente a múltiples fármacos, lo que significa que es inmune a la acción de múltiples medicamentos antimicóticos comúnmente utilizados para tratar las infecciones por ‘Candida’.
  • Es difícil de identificar con los métodos de laboratorio estándar y se puede identificar erróneamente en laboratorios sin tecnología específica. La identificación errónea puede llevar a una gestión inadecuada.
  • Ha provocado brotes en entornos sanitarios. Por esta razón, es importante identificarlo rápidamente en un paciente hospitalizado para que los centros de atención médica puedan tomar precauciones especiales para detener su propagación.
  • El ‘Candida auris’ es capaz de persistir en el medio ambiente y puede sobrevivir en superficies inanimadas.

Las infecciones por este hongo se desarrollan comúnmente dentro de una institución sanitaria y ocurren dentro de varias semanas de estancia intrahospitalaria; se han presentado como infecciones sanguíneas, en heridas y otitis, también se ha cultivado en muestras de orina y de las vías respiratorias, destacan los CDC.

Los síntomas son fiebre, dolor y fatiga, pero al no ser estos inusuales, es difícil diagnosticar la infección sin hacer estudios de laboratorio.

Sin embargo, hay factores de riesgo identificados para su adquisición, como condiciones de inmunosupresión, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, cáncer, coinfección con VIH, bajo peso al nacimiento y sepsis neonatal tardía.