Ai Weiwei aborda en México la desaparición de los 43 de Ayotzinapa

La exposición «Restablecer memorias», del artista chino Ai Weiwei, conecta la historia de su país natal con México, dos territorios que, aunque a miles de kilómetros de distancia, comparten el sufrimiento de un pueblo que sufre violencia gubernamental.

La muestra, que se inaugurará este sábado en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Ciudad de México, consta de dos partes diferenciadas, cada una cuenta un fragmento de la historia de cada país.

Retrata violencias históricas en dos países lejanos pero con una historia común que es la historia de la humanidad», explicó Cuauhtémoc Medina, el comisario de la exposición, este jueves en rueda de prensa.

Salón ancestral de la familia Wang (2015) y Retratos de LEGO. Caso Ayotzinapa (2019) son los dos proyectos que, al situarse en un espacio diáfano, interactúan entre ellos.

Aunque puede parecer parte del mobiliario, el salón es lo primero que ve el visitante al entrar, una estructura de madera con ornamentación floral típica de Asia, que tiene 400 años de antigüedad y perteneció a la familia Wang durante la dinastía Ming.

Les fue arrebatado durante la Revolución Comunista China pero Ai Weiwei (Pekín, 1957) lo compró y, en esta ocasión, varios carpinteros procedentes de China acudieron al MUAC a montarlo mediante ensamblaje, sin ningún tipo de tornillo o clavo.

El segundo proyecto recoge las imágenes de los rostros de los 43 estudiantes desaparecidos, dos que fueron asesinados y uno herido de gravedad hasta el coma, el 26 de septiembre de 2014 en Iguala en el sureño estado de Guerrero, cuando policías municipales corruptos los entregaron al cartel Guerreros Unidos, según la versión oficial.

La particularidad de esta obra es que dichos rostros están construidos por 1 millón de piezas de LEGO gracias al trabajo de estudiantes de la universidad mexicana.