La falta de oxígeno, el constante bombardeo de radiación ultravioleta sin filtrar y las temperaturas extremas son solo tres condiciones que hacen el vacío del espacio letal para el ser humano, pero a estas criaturas les da igual, y eso solo significa una cosa: vida en Marte.
Las criaturas en cuestión son una colección de microorganismos de todo tipo que se han convertido en los involuntarios protagonistas de un experimento a bordo de la Estación Espacial Internacional. El Centro Aeroespacial Alemán ha llevado a cabo un experimento llamado BIOMEX consistente en exponer una serie de microorganismos com bacterias, algas y hongos a condiciones más extremas incluso que las de Marte.
Para ello se han depositado los microorganismos en una réplica de suelo marciano y se han dejado 18 largos meses expuestos al vacío en un módulo situado en el exterior de la Estación Espacial Internacional, el Expose-R2.
A finales de 2016, los astronautas recogieron las muestras, las sellaron y las enviaron de vuelta a la Tierra para su análisis. Los resultados de ese análisis acaban de hacerse públicos y sin sorprendentes. El astrobiólogo Jean-Pierre Paul, del Centro Aeroespacial Almán explica:
Algunos de los organismos han demostrado una tremenda resistencia a la radiación del espacio y han regresado con vida a la Tierra. Entre otras criaturas hemos estudiado a las arqueas, unos microorganismos unicelulares que llevan en la tierra 3.500 millones de años. Los sujetos de prueba eran arqueas que encontramos en el permafrost del ártico. Si han sobrevivido al espacio pueden sobrevivir a Marte.
El experimento, de hecho, pretende demostrar que es muy posible que haya vidas en el planeta rojo después de todo, solo que aún no la hemos encontrado. El hallazgo apoya también la teoría de que la vida en la Tierra se originó precisamente a partir de rocas provenientes de Marte en algún choque con un meteorito. [Astrobiology vía Science Alert]