- El peso argentino cayó con fuerza este jueves, ante un alza del billete verde a nivel global y la fragilidad económica del país sudamericano.
El peso mayorista argentino profundizó su sesgo bajista el jueves, hasta su mínimo histórico, por los temores que generaban la alta inflación del país, una economía en recesión y la creciente incertidumbre política, a lo que se sumaba la caída de las monedas emergentes frente a la fortaleza del dólar.
La plaza cambiaria se movió con una constante cobertura de posiciones en la divisa estadounidense por parte de bancos y empresas, mientras que el riesgo país trepaba a los máximos desde inicio de año, lo que obligó al banco central (BCRA) a captar mayor liquidez de corto plazo mediante un nuevo aumento en tasas de interés.
La moneda interbancaria se desplomó un 4.12 por ciento, al cierre piso récord de 42.30/42.50 por cada dólar, luego de acumular una pérdida del 3.85 por ciento en las anteriores dos sesiones hábiles. Así, el peso argentino se deprecia un 11.29 por ciento en el transcurso de 2019 y lidera la debilidad entre las monedas emergentes.
El anterior mínimo intradiario del peso era de 42.00 unidades del 30 de agosto pasado, mientras que el piso histórico al momento del cierre era de 41.30 por dólar del 28 de septiembre.
Es «muy fea la señal (del mercado al cierre) ya que a pesar de la fuerte contracción monetaria (del BCRA), la tasa promedio (de ‘Leliq’) subió poco y el tipo de cambio pasó factura sobre el final de la rueda», sostuvo Federico Furiase, economista de la consultora Eco Go.
La manifiesta debilidad del peso estuvo en línea con la caída de otras monedas emergentes, como el real brasileño y la lira turca, aunque la moneda argentina encabeza la tendencia por la fragilidad en sus últimos indicadores macroeconómicos, coincidieron analistas.
El BCRA colocó Letras de Liquidez (‘Leliq’) por 223 mil 174 millones de pesos (unos 5 mil 326 millones de dólares) a una tasa promedio con una firme alza al 51.862 por ciento anual, con lo que produjo una manifiesta contracción monetaria desde los 160 mil millones de pesos que había en vencimientos, dijeron operadores.
Estuvo «muy complicado el mercado cambiario hoy, con el Banco Central absorbiendo pesos y pagando más tasa, pero el dólar volando más de 4 por ciento. Estos eventos hay que abortarlos lo más rápido posible, caso contrario empezamos a correrlos de atrás», dijo el analista financiero Christian Buteler.
El peso argentino en el circuito informal perdió un 2.47 por ciento, a 40.00/40.50 unidades, contra su piso récord de 41.50 por cada dólar a finales de diciembre. Los volúmenes comercializados en este segmento fueron reducidos, señalaron cambistas.
Por su parte, el riesgo país de Argentina -elaborado por el banco JP.Morgan- subía 37 unidades a 783 puntos básicos y transita sus máximos desde inicios de enero, con un promedio de bonos extrabursátiles soberanos que arrojó un negativo del 1 por ciento.
«Son todos indicadores muy malos para el mercado porque sube el dólar (cae el peso) y bajan los bonos a la vez, esto demuestra claramente que hay un masivo desarme de posiciones sobre activos argentinos a cualquier costo», comentó un agente de la banca privada.
La plaza bursátil tuvo finalmente una subida inercial, dominada por la cautela de los inversores tras una reciente racha con grandes pérdidas.
El índice S&P Merval de Buenos Aires pasó a ganar un 2.85 por ciento, al cierre de 33 mil 263.25 unidades, contra un desplome del 11.91 por ciento en las anteriores seis sesiones.