Oliver Pérez, como un novato

La vista del amanecer desde el tope de la Camelback Mountain le gusta mucho a Oliver Pérez. Es allí, casi a 3 mil pies sobre Phoenix y menos de 20 minutos del centro de dicha ciudad, donde el pitcher mexicano va para despejar la mente.

Para mí, estar allá arriba y ver la ciudad abajo significa un trabajo bien hecho”, dijo el relevista de los Indios. “Es un buen entrenamiento. No es fácil, pero es muy satisfactorio, y esa montaña se ha vuelto parte de mi rutina, mi vida y mi perspectiva”, dijo Pérez en entrevista con el portal de MLB.

El sinaloense viene de una de las mejores temporadas de su carrera y los Indios esperan que vuelva a ser parte importante en 2019. Los números dicen que Pérez, de 37 años, está mejorando con la edad.

“Mientras más viejo te pones más tienes que buscar soluciones y respuestas para conseguir los mismos resultados”, explicó el veterano. “He aprendido a hacer dieta y a cuidar de mi cuerpo. Entiendo mi cuerpo, sé cómo se mueve, cuántas horas necesito dormir y qué comer para poder ser consistente. Al final del año, siento que todavía puedo seguir lanzando. Y ésa es la meta”.

Pérez encabezó en 2018 a Cleveland con 15 ventajas preservadas, no permitió carrera en 46 de sus 51 presentaciones y limitó a los bateadores zurdos a un promedio de .194 y a los derechos a .104.

Pérez afirma que es mejor pitcher a los 37 que a los 27 porque es más inteligente y experimentado. Y definitivamente, más fuerte.

El zurdo entrena con el preparador físico Rafael Rox Arroyo, quien utiliza un programa que busca mejorar mente, cuerpo y espíritu con una variedad de rutinas que incluye escaladas. Pérez tiene mejor control corporal, fortaleza y balance.

Cuando ya me haya retirado, espero que la gente piense en mí como una persona que tuvo una larga carrera, un hombre normal con altos y bajos”, expresó Pérez.

“He aprendido mucho en mi vida, cosas como tratar de sacar lo positivo de las experiencias negativas y mejorar las cosas buenas para ser un jugador consistente”.