De acuerdo a informes presentados por la Fiscal Especializada en Atención a la Mujer, a la Familia y Delitos Sexuales, Juana María Castillo Ortega, de los 300 casos atendidos durante 2019, el 40% corresponden a casos extremos bajo la influencia de la droga conocida como “cristal”.
En declaraciones, la fiscal hizo mención en que la violencia presentada en las familias es cada vez más intensa, por lo que ahora las agresiones son más dañinas al no estar consciente del daño debido al estado nervioso bajo la influencia de la droga, que provoca daños perjudiciales al sistema nervioso y que esos efectos no hacen que la persona esté totalmente consciente de lo que hace.
Afirma que el cristal es una droga económica, por lo que su acceso es fácil sobre todo para jóvenes y personas con escasos ingresos, aunque su daño al sistema nervioso es irreversible y que, bajo motivaciones como la frustración predominantemente económica, se ejerce la violencia cuyas afectaciones son aún más perjudiciales a la integridad de los afectados.
Ante ello, Castillo Ortega hace énfasis en las señales de manifestación de violencia dentro de las familias, la cual se presenta de manera física, de manera verbal, violencia de tipo psicológico y violencia económica o patrimonial.